Mario Iceta, arzobispo de Burgos, ha asumido el control de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, los cuales forman parte de la comunidad de religiosas clarisas que hace unas semanas anunciaron de manera inesperada su salida de la Iglesia católica.
Así, la Santa Sede ha nombrado a Mario Iceta «comisario pontificio», de manera que le otorga poder total sobre los tres monasterios a la hora de tomar decisiones administrativas, de la vida religiosa y patrimoniales. Dentro de las decisiones que Iceta podrá tomar con su nuevo cargo se incluye la representación legal en el ámbito civil. Una noticia que se ha hecho pública a través del arzobispo durante una rueda de prensa convocada por él mismo en la sede del Arzobispado de Burgos.
Este nuevo nombramiento se ha comunicado a la comunidad de claridad que anunciaron su salida de la Iglesia católica a través de un burofax a sor Isabel, quien ha sido la madre abadesa del monasterio de Belorado los últimos años, aunque actualmente ya no ostenta este cargo debido a que su último mandato ha expirado, concretamente, este miércoles.
Así mismo, la toma de control del arzobispo Mario Iceta tiene “efecto inmediato” y, con la colaboración de despachos profesionales de servicios jurídicos en materia civil, fiscal y penal, el Arzobispado irá tomando las medidas oportunas para conseguir la salida de Pablo de Rojas y José Ceacero, así como para proteger a la comunidad de religiosas y el patrimonio vinculado.
Iceta ha señalado que “las dos personas que no pertenecen a la Iglesia hay que recordarles que están en un recinto católico”. También ha destacado que se tomará cualquier tipo de decisión e incluso el empleo de medidas de fuerza para conseguir su salida. También se hará uso del amparo de la ley, aunque en un primer lugar se pedirá la salida voluntaria de las religiosas que se encuentran en el convento.
Mario Iceta crea una comisión gestora
Por otro lado, el arzobispo de Burgos también ha explicado que este nombramiento le otorga una mayor autoridad que la que poseía la exabadesa, sor Isabel, y que el consejo del monasterio. Por este motivo, ha nombrado una comisión gestora, de la que forman parte la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu y su secretaria federal, que velarán por el cuidado de la comunidad religiosa; el vicario judicial de la Archidiócesis de Burgos; y el director de Asuntos Jurídicos del Arzobispado de Burgos, que coordinará los aspectos de índole civil.
En la rueda de prensa, Iceta ha destacado que desde la comisión “quieren actuar con delicadeza y prudencia”, pues el objetivo es que las religiosas “reconsideren su decisión y encuentren el camino de retorno a casa”. “No tenemos prisa”.