Imagen: EFE
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se enfrenta a su tercera oportunidad para elegir a su nuevo presidente, pero la falta de consenso entre los veinte nuevos vocales amenaza con posponer el nombramiento hasta septiembre.
El desafío de un bloqueo por el propio Consejo
El acto de apertura del Año Judicial, presidido por Felipe VI y programado para el 5 de septiembre en el Tribunal Supremo (TS), se acerca. Resulta impensable que, tras casi seis años de presidencia interina debido a la falta de acuerdo entre PSOE y PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces, el CGPJ llegue a esa fecha sin un presidente electo. En tal caso, el actual presidente en funciones del alto tribunal, Francisco Marín, debería continuar en su posición interina durante el discurso ante el Rey.
Ampliación del abanico de candidatos
Inicialmente, se acotaron las opciones a dos candidatos: Pilar Teso, favorita del bloque progresista, y Pablo Lucas, propuesto por el sector conservador. Sin embargo, ninguno de ellos logró los doce votos necesarios para ser designado. Ante esta situación, la nueva reunión plenaria considerará a los siete candidatos propuestos en la sesión constitutiva del Consejo: Teso, Lucas, Ana María Ferrer, Ángeles Huet, Antonio del Moral, Carmen Lamela y Esperanza Córdoba.
Insistencia en una candidata progresista
El sector progresista insiste en la elección de una mujer, preferiblemente Pilar Teso o, en su defecto, Ana Ferrer. En la última sesión, los diez vocales propuestos por el PSOE apoyaron a Teso, pero los votos no fueron suficientes debido al respaldo de los vocales del PP a Pablo Lucas, a quien consideran un candidato de consenso.
Tensión y perspectivas de acuerdo
Los vocales conservadores rechazan lo que consideran una imposición, especialmente porque se avecinan más de un centenar de nombramientos vacantes en la cúpula judicial. Si los defensores de Teso no ceden en su insistencia en elegir a una mujer de perfil progresista, es probable que la sesión termine de nuevo sin acuerdo.
Alternativas y complicaciones
Entre los siete candidatos hay otra aspirante con perfil progresista: Ana María Ferrer, magistrada del Supremo y primera mujer en acceder a la Sala Penal del TS. Sin embargo, parece difícil que obtenga los dos votos adicionales que necesita, incluso con el apoyo completo del sector progresista.