Durante su detención, el etarra José Ignacio Guridi Lasa declaró que rendía cuentas exclusivamente a ‘Txapote’, quien lo reclutó para la organización terrorista. Según un miembro de la Ertzaintza que lo interrogó en ese entonces y que compareció este martes en un juicio en el que Guridi Lasa también estaba citado como testigo, estas fueron las palabras del etarra.
Los objetivos se marcaban “por su cuenta”
Sin embargo, en esta ocasión, Guridi Lasa, quien fue concedido el tercer grado penitenciario por el Gobierno vasco el pasado noviembre, se negó a declarar contra su exjefe en la banda terrorista. En lugar de eso, su versión durante el juicio difirió de su declaración policial. Lasa afirmó que marcaban los objetivos por su cuenta y que la organización proporcionaba los materiales, contradiciendo así su declaración anterior.
Una bomba con 10 kilos de explosivos
El juicio en la Audiencia Nacional involucra a ‘Txapote’, acusado de ordenar la colocación de 10 kilos de explosivos en las jardineras de una casa donde ETA creía que vivía un guardia civil. La bomba, colocada en noviembre de 2000, no estalló y fue encontrada y desactivada tres meses después. La fiscalía solicita 53 años de prisión para ‘Txapote’ y 52 años para dos presuntos miembros del comando responsable del atentado, quienes también se negaron a declarar en el juicio. Guridi Lasa, testigo en este caso, ya fue juzgado y condenado a 54 años por su participación en el atentado.
Concesión del tercer grado
La declaración de etarra no resultó útil para la acusación, como señaló la fiscal durante los interrogatorios a las fuerzas de seguridad. El Observatorio de Política Penitenciaria de la AVT informa que el Gobierno vasco le concedió el tercer grado a Guridi Lasa en octubre pasado, y esta medida no ha sido revocada ni está entre las que han sido impugnadas por la Fiscalía de la Audiencia.
La bomba no detonó por un error con los cables
En el juicio, una testigo protegida, la mujer que vivía en la casa donde se colocó la bomba, declaró emocionada sobre el impacto psicológico que sufrió ante la idea de que ella y su hijo pudieran haber muerto. Recordó que la bomba fue descubierta meses después de su colocación, gracias a un aviso de la Guardia Civil. Afortunadamente, los cables estaban mal conectados, pero un movimiento podría haber detonado la bomba.