El Gobierno de Pedro Sánchez ha reconocido que se ha proporcionado información incorrecta sobre la duración del empleo de Jesica, la amiga del exministro José Luis Ábalos, en la empresa pública Ineco. Inicialmente, el contrato de Jesica figuraba en el Portal de Transparencia, donde se indicaba que había trabajado en Ineco durante un año y medio. Sin embargo, con el transcurso de las semanas, el ejecutivo ha rectificado esta información.
La corrección establece que Jesica realmente habría trabajado en Ineco durante dos años, en una empresa que depende del Ministerio de Transportes. Entonces, Jesica habría desarrollado su labor profesional desde el 1 de marzo de 2019 hasta el 28 de febrero de 2021. Momento en el que, además, le acompañó a varios viajes durante el tiempo que Ábalos era ministro de Transportes.
Alberto Torró, secretario general de Ineco, ha emitido una nueva resolución titulada “Rectificación Resolución de solicitud de información aplicación Ley de Transparencia”. En esta rectificación, se aclara que el error en las fechas del periodo laboral de Jesica en Ineco se debe a un fallo en la transcripción proporcionada por el departamento de Recursos Humanos de la empresa.
En la versión inicial, se indicaba erróneamente que Jesica se había incorporado el 1 de septiembre de 2019, cuando en realidad su empleo comenzó el 1 de marzo de 2019. Además, la fecha de finalización de su contrato fue el 28 de febrero de 2021.
Ábalos llegó a pagar 1.500 euros al día por su compañía
Ineco detectó el error en las fechas del contrato de Jesica tras las primeras informaciones publicadas por el medio The Objective sobre su desarrollo laboral como amiga especial de José Luis Ábalos. Inicialmente, se conoció que Jesica había recibido una autorización de Ineco para ausentarse y acompañar a Ábalos en varios viajes oficiales.
Lo notable de esta autorización es que se otorgó en fechas en las que, supuestamente, Jesica no estaba trabajando en Ineco. Durante estos viajes, Jesica acompañó a Ábalos a Estrasburgo y las Islas Baleares, cobrando en algunos casos hasta 1.500 euros al día. Sin embargo, posteriormente, su compensación se redujo a 600 o 700 euros, lo que llevó a Jesica a protestar, quejándose de que Ábalos le había prometido que cobraría “como un ministro”.