El Gobierno de Pedro Sánchez ha adjudicado varias subvenciones al Sindicato de Estudiantes, el mismo que este miércoles se manifestó en el municipio madrileño de Parla. El motivo de esta concentración era exigir que se pueda llevar el ‘hiyab’ en los institutos públicos de la Comunidad de Madrid.
El Sindicato de Estudiantes ha recibido hasta 441.000 euros desde el año 2021, principalmente de los ministerios que están liderados por miembros del partido de Yolanda Díaz, Sumar. Algunos de los ministerios que han apoyado con dinero público a este sindicato son el de Juventud e Infancia, Educación, Igualdad y Derechos Sociales.
Estas ayudas económicas se circunscriben a programas de mantenimiento de asociaciones juveniles o programas de prevención y concienciación sobre las distintas formas de violencia contra las mujeres. En total, en los últimos cuatro años han recibido 440.955 euros, según consta en el Portal de Subvenciones, según publicado OKdiario.
El Sindicato de Estudiantes organizó en Parla una manifestación acusando concretamente a tres centros educativos de fomentar la “islamofobia y el racismo” debido a que habían restringido el uso del velo en las aulas. El debate sobre el uso del velo ha generado una brecha y división de opiniones respecto a su uso en lugares públicos.
El hiyab para las mujeres musulmanas se utiliza con el fin de cubrir la cabeza y el pecho cuando se encuentran con personas que no pertenecen a su círculo familiar más próximo. Además, el término puede hacer referencia a cualquier prenda destinada a cubrir la cabeza, el rostro o el cuerpo, siempre que cumpla con ciertos estándares de modestia.
La Comunidad de Madrid ha señalado que no existe una regulación específica sobre el uso del velo en los centros
Por otro lado, distintas asociaciones de derechos humanos han señalado el uso del velo como “subyugación de la mujer”. Adela Alcaraz, coordinadora de la Estructura de Trabajo sobre Irán en Amnistía Internacional España señala que “tratar como delincuentes a las mujeres y las niñas que se niegan a llevar el hiyab es una forma extrema de discriminación.
Las leyes que imponen el uso obligatorio del velo violan todo un repertorio de derechos, entre ellos los derechos a la igualdad, a la intimidad ya la libertad de expresión y de creencias y, en última instancia, degradan a las mujeres y las niñas, privándolas de sus derechos y su autoestima”, según recoge OKdiario.
Durante la manifestación organizada por el Sindicato de Estudiantes en Parla, su secretaría general Coral Latorre señaló: “Yo no llevo hiyab, soy profundamente atea, pero esta lucha también es de todas las que defendemos unas aulas libres de islamofobia, racismo y machismo”. “Ayuso, escucha, eres una racista” o “Prohibir el hiyab es racismo disfrazado de laicismo”, criticó Latorre.
Por su lado, la Comunidad de Madrid explicó que “no existe ninguna regulación específica sobre el uso del velo islámico” en los centros. La Consejería de Educación de Emilio Viciana defendió que los institutos “pueden regular todo lo relacionado con la vestimenta de los alumnos” en su reglamentación interna.
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He vivido en Parla casi toda mi vida con mi familia hasta que hace unos quince años, y lamento si los perturbados progres extremistas se enfadan, empezó a venir gente de otros países gracias a la cual aumentaron la inseguridad y la delincuencia, se adueñaron de barrios, y no hacían por integrarse o relacionarse con el resto de la sociedad.
La izquierda criminal y corrupta que lleva 50 años gobernando Parla fomentó la masiva okupación de viviendas en Parla, las palizas a los propietarios y el terrible efecto llamada que aún perdura.
La brutal inseguridad, la corrupción municipal, el abandono y deterioro de la ciudad y los okupas se han adueñado de Parla hasta convertir muchos de los barrios parleños en zonas NO-GO. Hace ya cinco años que por suerte no vivo en Parla, pero si alguna vez voy será de pasada, no volvería a vivir allí ni aunque me regalaran una casa.