El grupo húngaro Ganz-MaVag decidió retirar este jueves su oferta pública de adquisición (OPA) por el fabricante español de trenes Talgo. La decisión se produjo tras el veto del Gobierno español, conocido este martes, y el respaldo a esta medida por parte de la Comisión Europea, que avaló la prerrogativa del Estado español.
El veto y la retirada de la oferta
La oferta, presentada en marzo y valorada en 620 millones de euros a un precio de 5 euros por acción, contaba inicialmente con el apoyo de los accionistas de Talgo. Sin embargo, desde su lanzamiento, la propuesta había generado reticencias en el Gobierno español, que finalmente decidió bloquear la operación argumentando «riesgos para la seguridad nacional». Fuentes del consorcio húngaro confirmaron la retirada de la oferta, tal como informó previamente El Correo.
El respaldo de la Comisión Europea al veto dejó a Ganz-MaVag en una situación compleja. Aunque la empresa húngara amenazó con llevar el caso ante las instituciones europeas, hasta el momento no ha presentado ninguna queja formal, ni por parte del consorcio ni del Gobierno de Víktor Orbán.
Implicaciones legales y de seguridad
Si los húngaros hubieran continuado con su oferta, el artículo 26.2 del reglamento de opas habría impedido que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la autorizara sin la aprobación del Gobierno español. El veto fue respaldado por informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de Seguridad Nacional, los cuales revelaron posibles conexiones entre la empresa y una trama rusa, según un análisis que se extendió durante 18 meses.
Ganz-MaVag es un consorcio en el que el 45% pertenece a un fondo de inversión estatal húngaro, Corvinus International Investment, y el 55% a la compañía ferroviaria Magyar Vagón. Aunque la empresa húngara había mantenido relaciones estratégicas con la rusa Transmashholding (THM) antes de la invasión de Ucrania, estas relaciones fueron supuestamente cortadas tras la imposición de sanciones. Sin embargo, los informes del CNI sugieren que las conexiones entre ambas empresas podrían ser más profundas de lo que se ha reconocido públicamente.
Futuro incierto para Talgo
El veto a la oferta se amparó en el real decreto 571/2023, que otorga al Gobierno español la capacidad de bloquear inversiones extranjeras en sectores estratégicos. Esta regulación se implementó para proteger a las empresas españolas debilitadas por la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.
La retirada de la oferta húngara deja a Talgo en una situación incierta. Aunque el grupo checo Skoda Transportation ha mostrado interés en la compañía, su propuesta, que implica una combinación de fuerzas sin contraprestación económica, no cuenta con el apoyo de los accionistas de Talgo, lo que agrava la incertidumbre sobre el futuro del fabricante español.