El crecimiento de Vox se ha consolidado como un fenómeno clave en el panorama político español. La formación liderada por Santiago Abascal no solo ha fortalecido su posición en las encuestas, sino que ha logrado convertir sus estrategias en un aumento significativo de escaños, incluso sin incrementar su porcentaje de voto. Este ascenso contrasta con la crisis que atraviesan las fuerzas de izquierda, especialmente Sumar y Podemos, que se ven afectadas por divisiones internas y una pérdida considerable de representación territorial.
Una de las razones detrás del aumento de escaños de Vox, pese a mantener el mismo porcentaje de votos (12,4%), radica en el diseño del sistema electoral español. Según un reciente sondeo de Sigma Dos, Vox sumaría seis diputados más, alcanzando 39 escaños, mientras que Sumar perdería 18, cayendo hasta los 10 representantes. Esto refleja cómo pequeñas variaciones en la distribución de votos pueden tener un impacto desproporcionado en el reparto de escaños. En regiones como Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha, Vox ha ganado fuerza, capitalizando el descontento con temas como la inmigración y la inseguridad, mientras que la izquierda pierde su capacidad de aglutinar apoyos.
La crisis de Sumar y la izquierda
El retroceso de Sumar es especialmente significativo, ya que pasa de estar presente en 11 comunidades autónomas a solo cinco, perdiendo escaños clave en regiones como Aragón, Asturias, Canarias, y su tierra natal, Galicia. La fractura entre Yolanda Díaz y Podemos no ha permitido a estas formaciones captar los votos necesarios para superar los umbrales mínimos en muchas provincias, lo que deja a miles de papeletas sin representación. Por su parte, Podemos solo lograría tres diputados, insuficientes para compensar la caída general de la izquierda.
En contraste, el PSOE también enfrenta una disminución constante en las encuestas, perdiendo 10 escaños respecto a los últimos comicios y cayendo al 27,1% de intención de voto, su nivel más bajo según Sigma Dos desde las elecciones de 2023. La suma de fuerzas de izquierda (PSOE, Sumar y Podemos) se sitúa ahora en un 38,2%, lejos del 44% alcanzado en julio de ese año.
La fortaleza de Vox en territorios clave
El mensaje de Vox, centrado en políticas antiinmigración y la crítica a la gestión del Gobierno en crisis como la DANA, ha resonado en comunidades autónomas clave. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, su salida del gobierno regional evitó que el partido fuera penalizado por la gestión de emergencias, lo que le permitió ganar un escaño adicional. Asimismo, en Cataluña, el partido ha intensificado su presencia, vinculado al aumento de la delincuencia y su relación con la inmigración irregular, consolidándose como una fuerza en ascenso.
En Murcia, Vox ha logrado ser la segunda fuerza, superando al PSOE, mientras que en Andalucía ha incrementado su representación a costa del debilitamiento de la izquierda. Estas regiones, afectadas por la inmigración y problemáticas locales, han sido decisivas para fortalecer la presencia del partido.
La derecha en máximos históricos
El ascenso de Vox ha sido clave para consolidar una mayoría de la derecha que alcanza un récord histórico de 191 escaños según las encuestas, sumando sus fuerzas con el Partido Popular. Aunque el PP ha experimentado una ligera caída, con cuatro diputados menos que en sondeos anteriores, la ganancia de Vox compensa con creces esta pérdida. Juntos, los dos partidos de derecha superarían en 15 escaños la mayoría necesaria para una investidura, un escenario que refuerza la estabilidad de este bloque frente al debilitamiento de la izquierda.
El crecimiento de Vox no solo refleja un cambio en el equilibrio político, sino también en la percepción de los ciudadanos ante temas como la inmigración, la gestión de emergencias y la inseguridad. Con una izquierda fragmentada y en retroceso, la derecha, liderada por PP y Vox, se posiciona como una fuerza dominante en el Congreso.