Desde 2024 España está sufriendo una oleada de inmigración ilegal que afecta principalmente a las Islas Canarias, Mallorca, Formentera y Ceuta. Esta oleada de llegadas ha provocado el colapso de los centros de menores no acompañados, así como de los centros de acogida.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha solicitado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un refuerzo de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la isla. Sin embargo, Sánchez no ha respondido a la petición ni ha accedido a la solicitud de Clavijo de aumentar la financiación para hacer frente a la situación en los centros de acogida de inmigración ilegal.
Dos jóvenes han sido acusados de patronear una patera desde Argelia hasta Formentera el pasado julio y han reconocido haberse puesto a los mandos de la embarcación, pero han asegurado que en esta tarea se turnaron con varios migrantes más.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha celebrado este lunes el juicio contra estos dos hombres para quienes la Fiscalía pide una pena de siete años de prisión como supuestos autores de sendos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
La defensa de los acusados, por su parte, defiende que el hecho de que se pusieran a los mandos de la embarcación no significa que fueran los patrones de la misma y que, por lo tanto, deben ser absueltos, según recoge EP.
En su declaración, los dos jóvenes, de nacionalidad argelina, han admitido que en un momento dado de la travesía se pusieron a los mandos de la embarcación, de igual forma que lo hicieron otras personas en otros momentos.
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Uno de ellos ha explicado que fue el que arrancó y realizó las primeras horas del viaje, que se prolongó durante cerca de 20 horas. Después, según su testimonio, se pusieron a los mandos de la patera otro subsahariano y un argelino más. “Condujeron casi todos”, ha dicho el otro acusado, asistido por una traductora
Así mismo, ha admitido que cuando quedaban cerca de 20 kilómetros para llegar a Formentera él y su compañero tomaron el timón y asumieron las tareas de orientación a través de una aplicación de su teléfono móvil, según recoge EP.
Ambos han negado que tuvieran experiencia o conocimientos previos de cómo conducir la patera y añadieron que otros pasajeros les enseñaron cómo hacerlo en ese mismo momento. También han dicho que ellos, como el resto de migrantes, pagaron cerca de 2.000 euros a una organización criminal para poder embarcarse y que no recibieron ninguna contraprestación económica.
En la patera, han coincidido, había espacio suficiente, chalecos salvavidas, comida y agua para todos los pasajeros. Aunque durante los kilómetros finales el mar estuvo movido, desconocían los riegos que implicaba el viaje, según recoge EP. Por último, los dos acusados han manifestado que su intención era llegar a Baleares para después poner rumbo a Francia, donde residen familiares y vecinos suyos.