Koldo Mediavilla, responsable institucional del Partido Nacionalista Vasco (PNV), declara que los inmigrantes que llegan al País Vasco serán parte integral de la futura sociedad vasca, y lejos de representar una amenaza, contribuirán a la construcción de una «nueva generación» de vascos.
En su artículo publicado en su blog, Mediavilla se refirió a la creciente población inmigrante en Euskadi y desmintió las afirmaciones de quienes sostienen que la llegada de extranjeros pone en peligro la «identidad nacional» vasca. El burukide no evitó señalar directamente a Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, quien en agosto pasado reclamó soberanía para regular las políticas de inmigración en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, alegando que la identidad nacional vasca estaba en riesgo.
«Si lo dice el PNV, nos llaman racistas»
Mediavilla no escatimó en sus críticas hacia Otegi. Según el dirigente del PNV, si el partido jeltzale hubiera expresado una preocupación similar por la pérdida de identidad nacional debido a la inmigración, las acusaciones de «racismo y fanatismo» no habrían tardado en llegar. «Pero a Otegi se le perdona todo», señaló con ironía, apuntando a una doble vara de medir en las críticas hacia los partidos políticos.
La inmigración en Euskadi
Lejos de las advertencias alarmistas, Mediavilla hizo hincapié en los datos reales. Según el informe del Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi, el número de inmigrantes empadronados en Euskadi ha cuadruplicado desde 2004, alcanzando los 275.000, lo que representa un 12,4% de la población. Mediavilla recalcó que no existe tal «invasión» de inmigrantes como algunos sugieren. Además, los datos muestran que la mayoría de los inmigrantes no provienen del Magreb o de países mayoritariamente musulmanes, una percepción errónea extendida por la desinformación.
De hecho, más de la mitad de la inmigración en Euskadi proviene de Latinoamérica (54%), seguido por europeos (18%). Solo un 14,3% procede del Magreb y un 6,6% del África subsahariana. La narrativa simplificada que asocia a los inmigrantes con imágenes de personas que llegan en cayucos o escondidas en camiones, explicó, corresponde a los casos más extremos. La mayoría de ellos viajan en vuelos regulares, con visados temporales.
Las razones económicas son uno de los principales factores que impulsan la migración, y según Mediavilla, los inmigrantes llegan a Euskadi con el objetivo de «trabajar y ganarse la vida». No obstante, desde 2016 también se ha registrado un aumento significativo en las solicitudes de protección internacional, lo que añade una dimensión humanitaria a este fenómeno.
Un dato especialmente revelador es el perfil de género de los inmigrantes: más de la mitad son mujeres. Esta tendencia responde, en gran medida, a la demanda creciente de empleo en los sectores de cuidados y trabajo doméstico, profesiones que la sociedad vasca, cada vez más envejecida, necesita cubrir urgentemente. «Vienen a realizar trabajos que la mayoría de la población autóctona ya no quiere hacer», señaló Mediavilla.
Nueva generación de vascos
Mediavilla no se limitó a defender la inmigración como una necesidad económica, sino que la presentó como parte del futuro del País Vasco. Los inmigrantes, afirmó, serán «vascos de nueva generación», desestimando la idea de que la llegada de extranjeros implique la pérdida de los atributos nacionales. En su opinión, la sociedad vasca ha sabido adaptarse a los cambios a lo largo de su historia, y este proceso no será diferente.