El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) enfrenta un periodo de importantes transformaciones en su estructura territorial. Tras el congreso federal celebrado en Sevilla, Pedro Sánchez ha dado un paso decidido hacia la renovación de liderazgos, con el objetivo de reconstruir las alternativas al dominio del Partido Popular (PP) en diversas comunidades autónomas. Este movimiento ha desencadenado disputas internas en varias federaciones, especialmente en Extremadura, Murcia, Cantabria y Aragón.
En Extremadura, el secretario general Miguel Ángel Gallardo continúa sin el respaldo pleno de Ferraz, aunque ha logrado contener las críticas internas. Mientras tanto, en Murcia, la dimisión de José Vélez, afín a la dirección federal, ha abierto la puerta a Francisco Lucas como candidato favorito. Por su parte, en Cantabria, las primarias enfrentan al actual secretario general, Pablo Zuloaga, y a Pedro Casares, pese a los intentos de Ferraz de evitar esta confrontación.
En Aragón, la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha oficializado su candidatura para liderar la federación, sucediendo al exbarón Javier Lambán. Este movimiento cuenta con el apoyo de Ferraz, que busca consolidar su posición frente al popular Jorge Azcón. Simultáneamente, en Castilla y León, la dirección federal respalda al alcalde de Soria, Carlos Martínez, para suceder a Luis Tudanca, actual secretario general. Tudanca, sin embargo, ha rechazado retirarse, calificando el respaldo a Martínez como una imposición externa.
En Andalucía, se espera una resolución en los próximos días, con la vicepresidenta María Jesús Montero como posible candidata. Aunque Montero ha declinado asumir este papel debido a sus responsabilidades gubernamentales, su nombre resurge como una alternativa sólida. Este debate se produce mientras Ferraz también intenta mantener la estabilidad en otras federaciones estratégicas como Canarias y Baleares, donde Ángel Víctor Torres y Francina Armengol, respectivamente, cuentan con el respaldo de la dirección para continuar liderando.
La situación no es menos compleja en la Comunidad Valenciana, donde el PSOE busca erosionar la influencia de Vox y consolidar su estrategia con un equipo liderado por la ministra Diana Morant y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. En Galicia, José Ramón Gómez Besteiro mantiene su posición tras un reciente congreso extraordinario.
El desafío para el PSOE es claro: reforzar su base electoral ante las crecientes tensiones internas y externas. La meta de Sánchez es superar el umbral del 30% en votos, apuntando incluso al 35% en regiones clave como la Comunidad Valenciana y Madrid. El éxito de esta estrategia también dependerá de la capacidad del PSOE para recuperar el espacio político perdido tras la ruptura entre Sumar y Podemos, que amenaza con debilitar su margen de maniobra en un contexto de bloques políticos.
Con un panorama electoral incierto y la posibilidad de un adelanto electoral en el horizonte, el PSOE se prepara para enfrentar un periodo crucial en su historia reciente, con la mirada puesta en recuperar terreno frente a un PP en expansión.