Desde que se decidió abrir un expediente de expulsión contra José Luis Ábalos por su «responsabilidad política» en el caso Koldo, la dirección del PSOE ha evitado cualquier mención sobre el exministro. La postura oficial del partido es que Ábalos, ahora diputado del Grupo Mixto y sin imputaciones en la trama de comisiones ilegales relacionadas con la compra de mascarillas durante la pandemia, «ya no forma parte del partido» ni ocupa escaños del PSOE en el Congreso.
Reacciones al informe interno y amenazas de Ábalos
El PSOE tampoco ha comentado las declaraciones recientes de Ábalos, quien insinuó que podría reconsiderar su postura con el partido, tras meses de silencio y «caballerosidad». Esta reacción surge después de que una auditoría interna, solicitada por el actual ministro de Transportes, Óscar Puente, lo señalara como la persona que dio la orden directa para los contratos de mascarillas bajo investigación. «Me provoca incomprensión. Lo que tenga que venir, vendrá«, advirtió Ábalos.
Auditoría interna y consecuencias políticas
Fuentes socialistas han defendido la auditoría interna que revisó la actuación de Ábalos y su equipo en la compra de mascarillas durante la pandemia, paralela al proceso judicial en curso. Argumentan que esta revisión actúa como un «cortafuegos» ante posibles escándalos, subrayando que el objetivo es «atajar lo ocurrido de manera contundente». Este informe ha provocado la destitución de altos cargos como el subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez, y el jefe de personal de Adif, Michaux Miranda, quienes habían sido imputados en julio por la Audiencia Nacional.
Desafíos a la dirección y proceso de expulsión
Tras la detención de Koldo García, mano derecha de Ábalos en el Ministerio de Transportes, la Ejecutiva Federal tardó cinco días en exigir la renuncia de Ábalos a su acta de diputado. Aunque no existía ningún «reproche penal» en su contra, el exministro se negó a abandonar su escaño, poniendo en aprietos al aparato del partido. Seis meses después, Ábalos sigue suspendido de militancia y enfrenta un expediente disciplinario que probablemente culminará en su expulsión. Sin embargo, la Comisión de Ética y Garantías del partido aún no ha resuelto el recurso presentado por Ábalos, quien argumenta que no se le puede exigir dimitir sin estar imputado en un procedimiento penal.
Críticas y alegaciones de Ábalos
Pese a su disputa con el PSOE, Ábalos ha asegurado que no tiene «ninguna manta» que levantar ni es una «bomba de relojería» para Pedro Sánchez o el partido. Sin embargo, ha criticado la auditoría como una «investigación paralela y subjetiva» sin precedentes en España contra alguien del mismo partido, y espera tener la oportunidad de defenderse, afirmando que no tiene «nada que esconder».