Imagen: La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras (Gabriel Luengas / Europa Press)
El Congreso de los Diputados ha rechazado este miércoles el decreto ómnibus con los votos en contra del PP, Junts y Vox, a diferencia de lo que ha sucedido casi siempre desde que Pedro Sánchez llegó al poder. Moncloa no pensó que la situación llegaría tan lejos, ya que nadie soportaría la presión de ser el responsable de que 12 millones de jubilados vean cómo se rebaja su pensión en febrero o que millones de usuarios del transporte público vean como sube su billete.
El Ejecutivo confiaba en última instancia en que el PP se abstuviera precisamente por esta presión. Lo que no pensaba es que se alinearía con Junts. Ahora, la estrategia del Gobierno pasa por volcar toda la presión a la oposición, en especial contra el PP que, como el PSOE, tiene mucho voto entre los pensionistas.
Se trata, probablemente, de la derrota parlamentaria más dura desde que Sánchez fue investido presidente en noviembre de 2023. El golpe resultó realmente duro para la coalición de PSOE y Sumar. “Que lo expliquen, que lo expliquen quienes han votado para bajar las pensiones a doce millones de personas, a ellos es a quienes los ciudadanos deben exigirle cuentas, al PP y a otros”, se limitó a valorar la vicepresidenta primera María Jesús Montero.
Si no se arregla mediante un nuevo decreto que el Congreso esta vez sí convalide, millones de prestaciones contributivas y no contributivas, incluidas las de los funcionarios de clases pasivas, volverían a tener en febrero las mismas cuantías que en diciembre, sin la mejora de la actualización según el IPC de 2024. También muchos usuarios del transporte público verían cómo su billete sube a más del doble del precio actual.
Sin embargo, el PSOE tendrá que jugar bien sus cartas porque el PP ya ha presentado una iniciativa en el Congreso para poder decir que, si los socialistas quieren, se puede aprobar la revalorización inmediatamente, como también señala Junts, que pide que traigan otro decreto solo con pensiones, transporte público y ayudas para la dana.
Choques entre socios
La portavoz de los posconvergentes en el Congreso Míriam Nogueras provocó a Esquerra Republicana con una serie de acusaciones veladas. “Estamos hasta las narices de que [los dirigentes del PSOE] engañen a la gente y nos preguntamos hasta cuando otros partidos se van a seguir comiendo estos chantajes”, dijo antes de anunciar que rechazarían los decretos.
Gabriel Rufián, el portavoz de ERC, que no tenía pensado subir a la tribuna, cambió de idea tras escuchar a Nogueras. “Se pongan como se pongan, decir que están en contra de un impuesto porque no se invierte en nuestro país yo lo llamo chantaje así que sí, compran chantajes pero de multinacionales. Siempre serán lo mismo: la derecha reaccionaria de Catalunya que esconde sus miserias bajo la bandera, por muy bonita y estelada que sea”, le espetó para cerrar su intervención.
También se hizo patente durante parte del pleno la pugna que mantienen EH Bildu y PNV. Los nacionalistas vascos, que son un socio fiable para el Gobierno, se desmarcaron del bloque de investidura en la votación para mantener el impuesto a las energéticas, tal y como ya hicieron durante el debate de la reforma fiscal. Y Oskar Matute, el portavoz de los independentistas, aprovechó para acusarles de seguir las directrices de los dueños de Repsol al recordarles que en 2022 votaron a favor de un impuesto similar al que se votaba este miércoles.