La Comisión de Defensa del Congreso ha aprobado una proposición no de ley promovida por Vox para que el Gobierno reconozca el servicio en las Fuerzas Armadas como una profesión de riesgo. La medida ha contado con el respaldo del PP, Vox y UPN, además de la abstención del PNV y la ausencia de Junts, lo que ha permitido su aprobación pese al rechazo de PSOE, Sumar, ERC y Bildu, que quedaron en minoría.
El diputado de Vox y exmilitar Alberto Asarta defendió la iniciativa argumentando que, desde 2011, 197 militares han fallecido en acto de servicio y 2.312 han resultado heridos. Además, destacó las duras condiciones en las que los miembros de las Fuerzas Armadas desempeñan su labor, caracterizada por una disciplina estricta y exigencias físicas y psicológicas considerables.
Sin embargo, la diputada socialista María Carmen Sánchez criticó a Vox por, según ella, trivializar un tema tan serio y recordó que la declaración de una profesión como “de riesgo” es un proceso complejo. Explicó que no depende solo del Ministerio de Defensa, sino que involucra a varios ministerios y tiene importantes implicaciones jurídicas y económicas. Además, señaló que una medida de este calibre afectaría al sistema de cotización de los militares, lo que requeriría modificaciones en el régimen de Seguridad Social o Clases Pasivas. También dejó claro que, si realmente se quiere abordar este asunto, debería hacerse dentro de los Presupuestos Generales del Estado.
Por su parte, el portavoz de Sumar, Txema Guijarro, admitió que ser militar implica riesgos, pero insistió en que la solución no pasa solo por esta declaración, sino por una revisión completa de las condiciones laborales de las Fuerzas Armadas, incluyendo mejoras salariales y de conciliación.
Desde el PP, aunque apoyaron la iniciativa, matizaron que la cuestión de la cotización es un problema a resolver y que cualquier mejora en la calidad de vida de los militares requiere una inversión de recursos. Subrayaron que, además de este reconocimiento, es fundamental avanzar en una reforma integral que contemple salarios más competitivos y mejores condiciones laborales.
A pesar de su aprobación, la proposición no de ley no obliga al Gobierno a aplicarla, ya que tiene un carácter meramente declarativo. Sin embargo, deja en evidencia la falta de consenso en torno a las reformas necesarias en el ámbito militar y la dificultad de conciliar las posturas políticas sobre el reconocimiento del riesgo en las Fuerzas Armadas.