Este martes el Consejo de Ministros ha aprobado la reducción de jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales, una iniciativa negociada con CCOO, UGT, la CEOE y el Ministerio de Economía, liderado por el socialista Carlos Cuerpo.
Los diferentes sectores con los que tuvo que negociar Yolanda Díaz advierten que una reducción en la jornada laboral podría implicar un sobrecoste para las empresas.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha avisado que desde el sindicato no van a aceptar una “excepción” a reducir la jornada laboral ni por “sectores” ni por “tamaños de empresa”, y ha indicado que, aunque no les consta que algún partido político haya propuesto medidas en este terreno, no las aceptarán si se llegan a plantear, según recoge EP.
Así lo ha indicado este jueves en una rueda de prensa en la que ha presentado un estudio de brecha de género, donde ha asegurado ser “consciente” de que el texto para llevar la jornada a 37,5 horas en 2025 cambiará hasta que se vote en el Congreso, pero que desde los sindicatos no permitirán que se “desnaturalice” el acuerdo suscrito con el Ministerio de Trabajo.
CCOO es el único apoyo de Yolanda Díaz para la reducción de jornada laboral
“Una cosa es asumir determinados cambios y otra cosa es que se desnaturalice un acuerdo que tiene que tener al menos dos elementos taxativos: una reducción del tiempo de trabajo hasta las 37 horas y media semanales para el conjunto de los sectores y empresas y un sistema de control efectivo del tiempo de trabajo para que lo que pactamos no se quede un poco en una declaración de intenciones que se incumpla de forma más o menos sistemática”, según recoge EP.
En este sentido, ha defendido que la movilización anunciada para el día 4 de marzo en defensa de la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas, y que se celebrará en Barcelona, servirá para “dificultar” que los grupos políticos digan ‘no’ en el Congreso a recortar el tiempo de trabajo sin merma salarial.
“La reducción de jornada es una medida evaluada y valorada muy positivamente por la ciudadanía, pero sobre todo si forma parte de la conversación pública, yo estoy convencido que los partidos, incluso de centroderecha, van a tener dificultades para justificar un voto en contra de una medida que su electorado seguramente comparta”, ha aseverado, según recoge EP.