María José Sánchez Rosales, gerente de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid, avisó de que la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, se había saltado el procedimiento para asignar un contrato a la empresa Making Science.
Rosales alertó de este erróneo proceso ante la comisión de la Asamblea de Madrid, donde ha confesado que esta situación le hacía sentir “incómoda”.
“Me sentí incómoda porque soy la responsable de gestionar esa factura, te encuentras en una situación que no sabes qué hacer con ella porque sabes que el procedimiento no es correcto”, reconoció María José Sánchez Rosales en la última sesión de la comisión.
Sánchez Rosales fue la gerente de la Escuela de Gobierno que avisó hace un año que Gómez no había cumplido con el procedimiento para adjudicar un contrato al proveedor Making Science, en el marco del desarrollo de su plataforma para empresas. El importe de esa factura, que ahora se investiga, ascendía a 24.200 euros.
“Me limité a tomar nota y a hacer una memoria justificativa, porque, lógicamente la empresa tiene que cobrar su servicio… y sabiendo lo que iba a ocurrir posteriormente. No puedo hacer otra cosa, claro que me sorprendió”, confesó Sánchez Rosales durante esta comisión.
El convenio de la cátedra especificaba que, Begoña Gómez tendría que haber puesto en conocimiento a la gerencia de la Escuela de Gobierno, la existencia del contrato con Making Science.
Begoña Gómez adjudicó un contrato la empresa Making Science a través de la UCM
La gerente elevó una queja por esa falta de control: “Este centro desconoce el procedimiento seguido para la contratación de estos servicios, ya que no ha sido tramitado a través de la Sección de Asuntos Económicos ni de la Gerencia de la Escuela de Gobierno”, sostenía en un escrito. Es más, el convenio de la cátedra de Transformación Social Competitiva obligaba a la cátedra a gestionar sus gastos a través de la gerencia.
Begoña Gómez presentó el expediente cuando ya estaba cerrado y no se especificaba cuál había sido el proceso por el que se había llevado a cabo la selección de la empresa. La UCM concluyó que el contrato se había saltado todos los controles y tuvo que articular un procedimiento para que la empresa pudiese cobrar, pese a ello, por los servicios prestados.
La gerente de la UCM detectó que esta adjudicación se había hecho de forma irregular, y emitió un escrito en el que denunciaba el proceder de la esposa de Pedro Sánchez. Sánchez Rosales, sugirió además que el encargo fue verbal y que Begoña Gómez no solicitó presupuesto a al menos tres empresas, como mandata la ley.