Imagen: María Guardiola-Hoy
Pese a que por activa y por pasiva la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, había asegurado que no aceptaría la exigencia de Vox de tramitar una ley de concordia y así derogar la Ley de Memoria Democrática, lo ha reconsiderado y en el último Consejo de Gobierno del año ha cedido a las exigencias del partido de Abascal, al que necesita para aprobar los presupuestos regionales. «Ahora mismo no vamos a poner en marcha esa ley de concordia, no está encima de la mesa y no es nuestra prioridad», aseguraba Guardiola el pasado 17 de julio.
Según informó la Junta de Extremadura, esta nueva Ley no supone un aumento de gasto ni disminución de los ingresos, por lo que se ha decidido aprobar y tender así un nuevo puente para aprobar las cuentas regionales.
Esta ley es una de las exigencias de Vox en la comunidad, según su diputado Álvaro Sánchez Ocaña, para de esta manera “acabar con el relato único, tanto ideológico como histórico, que se ha apropiado por desgracia de la política del país en los últimos seis años”, y dejar la investigación histórica y su divulgación a los profesionales, que son los historiadores.
Vox salió de la negociación de los presupuestos
Vox tomó la decisión de salirse de la negociación de los Presupuestos, no presentó ninguna enmienda y pidió la retirada de las cuentas, por lo que en ese momento a la presidenta del PP sólo le quedaba el PSOE (inmerso en las Primarias, también en Extremadura) para sacar adelante los presupuestos. Según el portavoz de Vox en el grupo parlamentario, Óscar Fernández Calle, el partido de gobierno no quiso llegar a un acuerdo con su formación para que los presupuestos salieran adelante de la mano del PP y Vox.
Ante esta situación, «la única opción viable» para estos presupuestos era «o bien que el PP pacte con el PSOE o bien que el PP retire estos presupuestos», y elaborase junto con Vox «unos presupuestos consensuados» que, a su juicio, «es lo que necesita Extremadura» y «es lo que votaron hace un año y medio los extremeños». Para Vox en Extremadura, la clave se encontraba en la política migratoria del gobierno de Sánchez, así como “una apuesta clara por el campo extremeño y una confrontación con respecto a las políticas del Pacto Verde».
Con este guiño a los de Abascal, el Gobierno autonómico podría estar más cerca de aprobar la Ley de Presupuestos, que se votará en la Asamblea de Extremadura el próximo 24 de enero.