La Asociación de Guardias Civiles, Jucil, ha denunciado el incremento de agresiones que sufren los agentes este 2024. En el primer trimestre han tenido lugar 728 agresiones, una cifra que tildan de “preocupante” y que se traduce a que una media de 4 o 5 funcionarios son atacados al día.
Jucil ha enviado un comunicado este lunes en el que destacan que 310 agentes han sido agredidos mientras se encontraban de servicio, mientras que ahora la cifra se ha elevado a 418 y en cinco de estos utilizaron algún tipo de arma. Dicha asociación ha señalado que las cifras que han publicado no incluyen los atentados que sufren los agentes, es decir, embestidas con narcolanchas, vehículos o intentos de atropello, lo que según su portavoz, Mila Cívico, “oculta la gravedad de la situación y dificultan que se adopten medidas”.
Según la organización de Guardias Civiles, es importante clasificar el trabajo que realizan todos los agentes como una profesión de riesgo, debido a que en la actualidad no todas las policías de las comunidades autónomas cuentan con esta clasificación en su trabajo. Así mismo, piden la aplicación de medidas judiciales y la laborales que refuercen la seguridad de los agentes.
Jucil pide que se proteja a los agentes ante la viruela del mono
Por otro lado, esta organización ha pedido también que se realice de “manera urgente” una implementación de un protocolo de actuación específico con el fin de proteger a los agentes que operan en las islas Canarias ante la creciente alerta sanitaria que se está viviendo por la viruela del mono y que está potenciada por el incremento de la presión migratoria que están viviendo dichas islas.
A través de una nota de prensa, Jucil ha expuesto que se está experimentando un creciente contagio de la viruela del mono con la llegada de pateras procedentes de África. Es por este motivo que la asociación considera que se “requieren directrices claras que guíen” a los guardias civiles en situaciones de posible exposición al virus.
Debido a esta situación Jucil exige que se garantice a los agentes el acceso a los equipos de protección individual sanitaria, EPIs, y una formación específica para que los policías puedan manejar situaciones consideradas como de riesgo y la implementación de medidas de higiene rigurosas en las instalaciones y vehículos utilizados por los agentes. Además, entiende que es «imprescindible» la creación de un protocolo «claro y específico» que guíe la actuación de los agentes de la Guardia Civil en situaciones de posible exposición a este virus.