Imagen: EFE
El partido Junts per Catalunya ha vuelto a desafiar al Gobierno, esta vez al bloquear la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado. La formación de Carles Puigdemont ha comunicado al Ejecutivo de Pedro Sánchez que no apoyará la iniciativa de hacer permanente el impuesto temporal a las energéticas, creado en 2022. Sin el respaldo de los independentistas, la mayoría necesaria para consolidar la tasa queda en entredicho.
El impacto de Repsol y la defensa de Cataluña
El partido neoconvergente ha basado su decisión en la preocupación por la posible paralización de inversiones de Repsol en la planta petroquímica de Tarragona, tras sugerencias de la empresa en ese sentido. Jordi Sendra, líder del partido en Tarragona, ha subrayado que su formación no está dispuesta a «castigar a las empresas que ya generan empleo y economía en Cataluña». Según Sendra, si las inversiones no se realizan en Tarragona, podrían trasladarse a otros países como Portugal o Francia, algo que Junts no puede permitir.
La patronal catalana presiona al Govern de Illa
El movimiento de los independentistas coincide con las demandas de Foment del Treball, la patronal catalana, que ha instado al Govern de Salvador Illa a enfrentarse al plan del Gobierno central para perpetuar el impuesto a las energéticas. En un comunicado, Foment calificó la tasa de «maniobra confiscatoria» y pidió al Govern que tome medidas para evitar el impacto fiscal y la posible fuga de inversiones.
Tras el plante de Junts, el Congreso ha decidido este martes extender el plazo para presentar enmiendas al proyecto de ley que busca hacer permanente el gravamen sobre las energéticas. Inicialmente, la tasa debía decaer el 31 de diciembre, pero ahora el Gobierno pretende incorporarla de forma indefinida. El plazo para presentar enmiendas, que concluía mañana, se ha ampliado hasta el 30 de octubre.
La presión del sector energético
Repsol y otras grandes compañías energéticas han intensificado su presión sobre algunas formaciones políticas. Andoni Ortuzar, líder del PNV, expresó en una entrevista su preocupación por el impacto de mantener el impuesto a las energéticas, sugiriendo que podría «matar a la gallina de los huevos de oro». Ortuzar, cuyo partido está en conversaciones con el Gobierno para asumir la recaudación del impuesto en Euskadi, defendió una fiscalidad «estricta y justa».
Proyectos millonarios en Tarragona en riesgo
Foment también ha señalado que dos de los cuatro grandes proyectos que Repsol ha dejado en el aire están ubicados en Tarragona. Uno de ellos es la Ecoplanta, con una inversión de 800 millones de euros para producir metanol y biometanol a partir de residuos urbanos. El otro es un electrolizador de hidrógeno verde, que con 150 megavatios de capacidad movilizaría 300 millones de euros. La incertidumbre en torno al impuesto pone en riesgo estas inversiones.