La Audiencia Nacional ha devuelto el móvil al empresario Víctor de Aldama, que la Guardia Civil le requisó el pasado 7 de octubre durante su detención, por su supuesta implicación en la trama de los hidrocarburos. Los agentes habrían intervenido un terabyte de datos que ahora están ya en posesión tanto del empresario como de la Fiscalía Anticorrupción, para proceder al reglamentario expurgo del dispositivo.
La entrega del teléfono móvil forma parte de la colaboración de Víctor de Aldama con las diligencias sobre el ‘caso Koldo’ y la trama del fraude de los hidrocarburos, la cual sigue bajo secreto de sumario en la Audiencia Nacional.
El empresario, después de entregar el teléfono móvil, se ofreció a ayudar a los agentes de la Guardia Civil facilitándoles el acceso a documentos e información, e incluso orientarles en la búsqueda de material, relevante que puede salpicar a miembros del Gobierno de Pedro Sánchez.
Durante los últimos meses, la UCO ha trabajado en el estudio y volcado de la información encontrada en el dispositivo. Tras el volcado del material se abre un proceso para diferenciar la información que se va a integrar en la causa, por tener una relevancia dentro de la trama de los hidrocarburos y el caso Koldo.
De Aldama confiesa que Pedro Sánchez conocía su trabajo dentro de la trama Villafuel
También se estudiará en esta pieza secreta si parte de lo hallado en el móvil es de interés para otras diligencias, como pudiera ser la ‘trama Koldo’, cuya pieza principal se sigue en la Audiencia Nacional y su derivada en el Tribunal Supremo, centrada en la presunta implicación de José Luis Ábalos.
La colaboración de Aldama con la Guardia Civil en el marco de la trama de corrupción se viene dando desde que compareció de forma voluntaria ante el juez el pasado 21 de noviembre. En la declaración, el imputado confesó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló con el durante un mitin del PSOE.
En esta conversación, Sánchez le confesó que sabía el trabajo que estaba realizando y que le felicitaba por cómo estaban sucediendo los hechos. El trabajo de Aldama y que Sánchez tenía conciencia de que estaba sucediendo, eran los pagos que el empresario realizaba al exministro de Transportes Ábalos, con motivo del impago del IVA en la venta de hidrocarburos.
Estos pagos sirvieron para que Ábalos pagase a su amante el alquiler de su piso en Plaza de España (Madrid) durante tres años y medio. Según un informe de la UCO, la trama de los hidrocarburos habría pagado hasta 81.000 euros por el alquiler de dicho piso.