Alicia Quílez, una afamada oncóloga andaluza por su experiencia con el cáncer de mama y ginecológico, ha visto como perdía su plaza fija en Baleares debido a que no podía acreditar que posee un B2 en catalán, requisito indispensable que impuso la socialista Francina Armengol a los médicos.
Esta prestigiosa oncóloga de origen gaditano ha sido marginada después de haber estado tres años ejerciendo y pasando consulta en el Hospital de Can Misses, situado en Ibiza, donde ha podido trabajar después de aprobar su oposición y sacar una plaza fija en la sanidad pública. Sin embargo, ha visto como perdía la posibilidad de quedarse en el hospital ibicenco como consecuencia de la imposición lingüística que se aprobó durante la legislatura socialista de Francina Armengol.
Según ha señalado ABC, a Alicia Quílez no le sirvió de nada tener un currículum brillante, ni ser miembro del SEOM, comité científico de la Sociedad Europea de la Oncología Médica, ni ser especializada en tumores de mama. Así mismo, tampoco se ha tenido en cuenta que Quílez ha trabajado en hospitales de gran prestigio a nivel internacional en Londres y Nueva York. Habla español, inglés y francés; el catalán lo entendía.
Su currículum de nada ha servido debido a que, para ser admitida en la lista de la oposición del Servicio balear de Salud, debía ener posesión de un certificado de título B2 de lengua catalana, es decir, nivel intermedio avanzado.
Las consecuencias de las cesiones de Francina al independentismo catalán
Esta situación de desamparo laboral se debe a las cesiones que Francina Armengol hizo al independentismo catalán. No obstante, no es el único sector que se verá afectado, pues Junts quiere que se hable catalán hasta en la Eurocámara, y aún así le parece una cesión “insuficiente”.
Este mismo diario ha señalado que su plaza y la de otras muchas personas que querían acceder a las vacantes, han sido ocupadas por oncólogos interinos que no se han visto afectados por la política de Armengol. Según ABC, este requisito o imposición lingüística pilló de sorpresa a la joven doctora, debido a que cuando esta ley cambió ella se encontraba viviendo en Francia preparando su tesis doctoral; momento que coincidió con la pandemia, marzo de 2023, mientras se encontraba pasando en consulta en el momento más contagioso.