Imagen: la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco
María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), enfrenta acusaciones de presunto abuso de poder según una investigación impulsada por el Gobierno tras la denuncia de un trabajador. Aunque el informe descarta acoso laboral, concluye que sí hubo un ejercicio indebido de autoridad.
Origen del conflicto: críticas al programa CNIO Arte
El caso se remonta al invierno de 2023, cuando un grupo de empleados criticó el programa CNIO Arte, impulsado por Blasco. Las críticas surgieron a raíz de un tuit en el que la artista Amparo Garrido, participante del proyecto, afirmaba que mediría sus telómeros antes y después de un viaje financiado por el centro. Tanto trabajadores como expertos externos acusaron al programa de promover pseudociencia.
Tras los comentarios públicos, Blasco presuntamente solicitó una “lista” de los empleados críticos y los presionó para que eliminaran sus mensajes en redes sociales. En un correo enviado por la dirección de comunicación del CNIO a uno de los investigadores, se advertía que las publicaciones podrían dañar la imagen pública de la institución. El mensaje sugería una reunión con Blasco y recordaba una normativa interna sobre el uso de redes sociales.
El trabajador, identificado como J.G.M., no acudió a la cita y, en su lugar, denunció la situación ante el comité de empresa y el gerente del centro. En una carta enviada en julio de 2023, el denunciante acusó a Blasco de “acoso” y señaló que solo había ejercido su libertad de expresión.
Investigación gubernamental y conclusiones
La denuncia motivó una investigación independiente llevada a cabo por un despacho de abogados siguiendo el protocolo de acoso laboral. El informe, tras entrevistar a las partes implicadas, concluyó que no existió acoso continuado, pero sí un abuso de poder por parte de la directora del CNIO.
Blasco, que declinó responder a las preguntas sobre el caso, mantiene su postura de no dimitir, afirmando que su continuidad depende del patronato del centro, que se reúne este martes.
Un centro clave con problemas estructurales y económicos
El CNIO, considerado el mayor centro de investigación del cáncer en España, enfrenta serios desafíos financieros y operativos. Con un déficit de 4,5 millones de euros y unas infraestructuras obsoletas, la situación ha generado preocupación entre sus casi 700 empleados. De los cuatro microscopios confocales del centro, esenciales para la investigación, solo uno sigue operativo.
En 2022, un grupo de 12 jefes de equipo ya alertó tanto a Blasco como al Ministerio de Ciencia sobre estos problemas sin obtener soluciones. La falta de presupuesto ha obligado al centro a considerar el alquiler de nuevos equipos, aunque esto apenas cubrirá una parte de las necesidades actuales.
Crisis en el animalario: riesgos sanitarios
Otra dificultad crítica es la avería del tren de lavado del animalario, donde se albergan 30.000 ratones destinados a investigaciones clave. La máquina, esencial para la limpieza y esterilización de las jaulas, es irreparable. El problema ha derivado en un brote de Corynebacterium bovis, una bacteria que afecta a los ratones, obligando a recurrir a personal externo para las tareas de limpieza con resultados insatisfactorios.