La lista de agravios contra la Policía Nacional y la Guardia Civil incluye una jubilación indignante, la pérdida de competencias, la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana y la falta de recursos humanos y técnicos. No solo el Gobierno es responsable de esta situación; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tampoco está trabajando para mejorar las condiciones laborales de los cuerpos policiales.
El tema más recurrente en el que Marlaska ha generado más polémica dentro de las FSCE ha sido la equiparación salarial con el resto de policías autonómicas y locales. Porque a pesar de haber rubricado un acuerdo en 2018, su incumplimiento sigue siendo flagrante.
Los datos no engañan. Después de la equiparación por parte del Gobierno, el sueldo bruto anual de un mosso de categoría 1 ascendería a 39,729,26 euros, frente a los 33,546,07 de un policía o los 33,124,63 de un guardia civil. O lo que es lo mismo, estos últimos perciben en torno a un 15,56% y un 16,62% menos de sueldo que un policía catalán, y todo ello sin tener en cuenta productividades, turnos o horas extras.
Si se llegase a hacer esta equiparación del salario entre un mosso y un policía nacional o guardia civil la brecha salarial se amplía hasta 7.829,84 euros al año, en el caso de los policías, y 8.251,27 euros, en el caso de los guardias civiles. Si analizamos las cifras mensuales, las diferencias salariales oscilan entre 550,39 euros y 687,61.
El Gobierno de Sánchez agrava las diferencias dentro de las FSCE
En lo que respecta a las pagas extra, un agente de los Mossos d’Esquadra recibe hasta 5.709,25 euros al año, en comparación con los 3.370,16 euros que percibe un policía nacional o un guardia civil por el mismo concepto. Esto implica una diferencia de hasta 3.511,97 euros solo en este aspecto, lo que contribuye a agrandar la brecha salarial entre estos cuerpos. Esta disparidad se debe a que el sistema retributivo de los Mossos incluye un complemento específico, del cual derivan posteriormente sus aumentos salariales.
Por otro lado, el Gobierno de Pedro Sánchez se niega de manera reiterada a reconocer a policías nacionales y guardias civiles como profesión de riesgo, cuestión que incide de forma directa en su jubilación, en concreto a la anticipada. Mientras un mosso cobra desde los 59 años la pensión máxima: 3.175,04 euros al mes (44.450,56 euros al año), un policía nacional, a esa misma edad, pasaría a situación de reserva, cobrando apenas 1.697,17 euros mensuales. Además, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se retiran cobrando hasta 14.280,56 euros menos al año que un mosso.