Un total de 271 alumnos y alumnas están realizando este año la EvAU en Navarra con adaptaciones en sus pruebas, cifra que se ha incrementado en 54 con respecto al año anterior, en el que se presentaron 217 personas con necesidades específicas.
La adaptación más común suele ser la ampliación del tiempo para examinarse, seguida de una supervisión individualizada, ubicación adecuada, informar a los correctores para no penalizar las faltas de ortografía o la adaptación de los propios exámenes.
Asimismo, el alumnado puede recibir otras ayudas técnicas en forma de ordenadores o mobiliario ajustado a cada caso particular. «Se intenta dar salida a todo tipo de necesidades», explicó la responsable de la EvAU en Navarra, Ana Zabalza. En cuanto al alumnado que se beneficia de estas adaptaciones, destacan en número aquellos diagnosticados con TDAH, un total de 114. La cifra de alumnos y alumnas con este trastorno ha disminuido con respecto a la convocatoria previa, en la que participaron 124 estudiantes con TDAH, que de nuevo representó el mayor porcentaje de alumnos necesitados de estos apoyos.
En Navarra se han presentado 124 estudiantes con TDAH
Por detrás de este trastorno en cuanto a número de inscritos le siguen las dificultades específicas en el aprendizaje, como en la lectura, escritura o la dislexia, con 66 casos, y otros problemas de salud, con 24 estudiantes. Asimismo, en la convocatoria de este año se han presentado ocho personas con discapacidad auditiva, tres con motora y dos con visual, además de 54 personas con otro tipo de necesidades de adaptación.
Todas las adaptaciones que reciben los estudiantes durante sus pruebas de la EvAU son las que han tenido durante Bachillerato. En este sentido, son los propios colegios e institutos los que informan a la Universidad Pública de Navarra (UPNA) acerca de las necesidades específicas que tiene cada alumno y alumna que se presenta a estas pruebas de acceso a la universidad.
Con el objetivo de conseguir que todo el alumnado navarro pueda realizar las pruebas de la EvAU, durante estos tres días de exámenes se emplean todo tipo de programas que lo garanticen. Por ejemplo, este año se le ha entregado a un alumno ciego el examen en USB para que se lo lea un programa con lector de pantalla desde el ordenador.
Mientras, al alumnado con discapacidad auditiva se le ofrecen todas las instrucciones por escrito para que no se pierdan ninguna información. En cuanto a las discapacidades físicas, algunos requieren de sillas adaptadas y otros, a pesar de sus dificultades para escribir, prefieren hacerlo a mano con una ampliación de tiempo.