Fuente: JUCIL
La asociación mayoritaria de la Guardia Civil, JUCIL, ha expresado su inquietud ante la creciente expansión del narcotráfico en el sur de España, especialmente en Andalucía. Esta preocupación se intensificó tras la reciente interceptación de un narcosubmarino cargado con casi 7 toneladas de cocaína que tenía como destino el río Guadalquivir.
El semisumergible, procedente de Brasil, fue detectado en una operación conjunta de la Guardia Civil española y la Marina portuguesa, con la colaboración de agencias internacionales como la DEA y la NCA. La embarcación fue interceptada a unas 500 millas náuticas al sur del archipiélago de las Azores, y su carga ilícita tenía como objetivo ser distribuida en varios países europeos.
JUCIL ha señalado que los clanes del narcotráfico y bandas de crimen organizado están extendiéndose por Andalucía, empleando medios cada vez más sofisticados, como el uso de submarinos para el transporte de drogas. La asociación considera que es el momento de actuar con contundencia en la lucha contra esta lacra, que está generando graves problemas sociales en la región.
La desaparición del Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía (OCON-Sur) ha sido otro punto de crítica por parte de JUCIL. Desde su desmantelamiento, las cifras de incautaciones han disminuido notablemente. Según datos publicados, en 2023 se registraron 3.136 detenidos, casi 2.700 menos que el último año en que el OCON-Sur estuvo operativo.
JUCIL ha exigido que todo el litoral andaluz sea declarado como Zona de Especial Singularidad
La asociación también ha propuesto la creación de un servicio fluvial en el Guadalquivir, similar a los existentes en las costas, para evitar que Sevilla se convierta en un nuevo centro neurálgico del tráfico de drogas en España. Esta medida busca reforzar la vigilancia y control en el río, una vía que ha sido utilizada recientemente para la introducción de grandes cantidades de estupefacientes.
La creciente actividad del narcotráfico en el Guadalquivir ha traído consigo un aumento de la violencia, afectando tanto a la población como a los agentes encargados de combatir este fenómeno. La falta de recursos materiales y humanos adecuados está permitiendo que estas organizaciones operen con mayor impunidad, poniendo en grave riesgo la seguridad en numerosos municipios de la costa y del interior, incluyendo la propia ciudad de Sevilla.
Ante esta alarmante situación, JUCIL ha exigido que todo el litoral andaluz sea declarado como Zona de Especial Singularidad (ZES). Esta medida permitiría reforzar los recursos y la presencia de agentes, asegurando así una respuesta efectiva ante la creciente amenaza del narcotráfico y su impacto en la seguridad ciudadana y de las fuerzas del orden.
La interceptación del narcosubmarino y las declaraciones de JUCIL ponen de manifiesto la necesidad de una estrategia integral y coordinada para combatir el narcotráfico en Andalucía, reforzando los medios materiales y humanos, y adaptando la legislación para enfrentar de manera efectiva esta creciente amenaza.