El Ministerio del Interior ha decidido mantener al teniente general Manuel Llamas en su cargo como director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil , a pesar de la reciente polémica relacionada con sus mensajes de WhatsApp.
Escándalo en la Dirección de la Guardia Civil
El escándalo estalló cuando se filtraron mensajes de WhatsApp del propio teniente general Llamas, dirigidos a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en los que mostraba interés por detalles de una investigación que implica directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La investigación, en manos de la UCO, gira en torno a un antiguo asesor de José Luis Ábalos, exministro de Transportes, y a unas memorias USB con supuesta “información sensible” que fueron incautadas durante un registro a su domicilio. Los discos duros contendrían, según fuentes próximas a la investigación, conversaciones entre Ábalos y altos dirigentes del PSOE, incluida información que podría comprometer al propio Sánchez en cuestiones como el rescate de Air Europa y la controvertida visita de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en 2020.
A pesar del impacto mediático y la presión social, el Ministerio del Interior defiende la actuación del teniente general. Según fuentes consultadas, las comunicaciones del DAO están amparadas bajo su rol operativo en la institución, y por tanto, el Ministerio no ve razones para cesar a Llamas. Cabe recordar que el teniente general asumió el cargo en diciembre de 2023, tras dirigir anteriormente el Mando de Personal de la Guardia Civil.
Mercedes González, recientemente nombrada directora de la Guardia Civil, ha implementado significativos cambios en la cúpula del Cuerpo. Sin embargo, ha optado por respaldar a Llamas. Según fuentes internas de la institución, la directora considera que, a pesar de los cuestionamientos, el teniente general debe mantenerse en su cargo. La propia Mercedes González ha reforzado su equipo de confianza con la designación del general de brigada David Blanes como jefe del Gabinete Técnico de la Guardia Civil, un puesto ocupado previamente por el general José Manuel Santiago Martín. La relación entre González y Blanes viene de varios años, cuando ambos trabajaron juntos en la Delegación del Gobierno en Madrid.
El respaldo al teniente general Llamas ha causado malestar entre algunos sectores de la Guardia Civil. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la organización sindical decana del cuerpo, ha sido tajante al exigir “acciones firmes y sin dilación” contra aquellos mandos que, teniendo conocimiento de posibles irregularidades, deciden intervenir en investigaciones en curso sin justificación aparente. En un comunicado, la AUGC ha expresado que este tipo de “injerencias” pone en entredicho la imparcialidad y transparencia que se espera de la DAO.
La AUGC también ha planteado sus sospechas de que esta situación pueda estar relacionada con el caso de Koldo García, un antiguo asesor de Ábalos investigado por presuntas actividades ilícitas. De hecho, la organización presentó recientemente una denuncia ante los tribunales contra el exdirector de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, por un presunto delito de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos. Marcos dimitió hace un mes, y según la AUGC, habría advertido a Koldo García de que estaba siendo objeto de una investigación judicial, un “chivatazo” que fue mencionado en una conversación entre el asesor y un comandante de la Guardia Civil imputado.
Las Sombras del ‘Caso Koldo’
En el marco del ‘caso Koldo’, los informes de la UCO detallan supuestos contactos entre Manuel Llamas y Koldo García, quien estaba bajo investigación. Según estos documentos, ambos habrían tenido una reunión el 10 de enero, días antes de la detención de García en el marco de la operación Delorme. Sin embargo, la Guardia Civil sostiene que esa reunión no tuvo lugar, y afirma haber monitoreado los movimientos de Llamas en esa fecha, desmintiendo la versión que figura en las grabaciones intervenidas.
Estos informes se suman a la creciente presión pública y política en torno a la dirección del instituto armado y sus nexos con antiguos cargos políticos. La posibilidad de que se revelen mensajes y documentos comprometedores ha causado inquietud en el Gobierno. Moncloa teme que las conversaciones, en caso de ser filtradas, puedan dar más fuerza a las sospechas de injerencia política en asuntos clave como la compra de Air Europa y la visita de la funcionaria venezolana Delcy Rodríguez.
El escándalo escaló cuando el teniente general Llamas, por un aparente error, envió un enlace a una noticia sobre las memorias USB a un grupo de WhatsApp de 44 personas, entre ellas el exministro Ábalos. Este grupo, creado durante un curso del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) en 2022, no tenía relación con el caso. Aunque Llamas eliminó el mensaje en cuestión de minutos, el incidente ha alimentado aún más las especulaciones sobre la falta de control y cuidado en el manejo de información sensible en la Guardia Civil.