Imagen: Vista de la ciudad de Madrid, y de la torre de comunicaciones Torrespaña. — Ricardo Rubio / EUROPA PRESS
El problema de la vivienda en España está alcanzando dimensiones inimaginables. Tanto, que los inquilinos se ven obligados a destinar más de un 50% de sus ingresos a pagar su piso. Ahora, un nuevo informe de la Investigación Urbana de Barcelona (IDRA) llamado Vivir de alquiler: inseguridad garantizada por ley pone el foco en esta cuestión.
En informe deja un dato todavía más alarmante: la mitad de los inquilinos en España queda en situación de pobreza severa tras pagar el alquiler. El 55% de los inquilinos en Madrid y el 48% en Barcelona tiene que vivir con menos de 561 euros al mes tras cubrir sus gastos de vivienda.
De hecho, dos tercios de los inquilinos están destinando más ingresos de los recomendados: el 69,7% en Madrid y el 64,8% en Barcelona destinan más del 30% de su nómina al pago del alquiler y suministros. El estudio encuentra en la proliferación de los alquileres de temporada -que escapan de el control de los precios- parte de la explicación a que la mayoría de la actualización de las rentas para los inquilinos supere el IPC.
Los números no avalan la teoría de la ‘inquiokupación’
El estudio deja claro que la ‘inquiokupación’ no existe. Los datos del Instituto de Investigación Urbana demuestran que la vivienda es lo último que las familias dejan de pagar y pone de manifiesto que la inmensa mayoría de inquilinos (el 92%) paga su alquiler justo cuando toca.
Recomendaciones
Tras una larga lista de datos, IDRA ha elaborado una serie de recomendaciones para que haya regulaciones en favor del inquilino, como adoptar una legislación similar a la de países como Francia y Alemania, con contratos renovables automáticamente, salvo en casos de necesidad por parte del casero o incumplimiento grave.
Alemania, Austria, Dinamarca, Francia, Suecia o Países Bajos han blindado los contratos indefinidos y los caseros sólo pueden rescindirlos por una causa justificada, como necesitar la vivienda para fines residenciales. Los alquileres han subido en todo el continente, pero la inseguridad residencial de los hogares españoles es «mucho mayor» que la del resto de la Unión Europea; de hecho, supera en 18 puntos la media comunitaria en el caso de los hogares jóvenes. Los contratos temporales sólo son funcionales para satisfacer los intereses de tres sujetos clave: los caseros, las agencias y los portales inmobiliarios.
Los autores del informe también instan a ajustar los precios del alquiler a los ingresos reales de los hogares, con un índice de precios que incluya datos adicionales como el valor catastral, la renta familiar disponible y el desempleo en la zona, y que cuente con un régimen sancionador.
El IDRA fue creado en mayo del año pasado por un grupo de investigadores catalanes para elaborar estudios e investigar sobre la vivienda y las políticas públicas, la economía política y el urbanismo y la transición ecológica, y se financia con subvenciones de programas europeos de investigación.