Un reciente estudio liderado por la profesora de Victimología de la Universidad de Barcelona, Noemí Pereda, ha puesto de manifiesto una preocupante tendencia entre los adolescentes españoles. Además, advierte que este estudio no solo debería ser una alerta para los padres, sino también para las instituciones que aún dudan de la existencia de este fenómeno.
Resultados de la investigación
El informe, titulado ‘La victimización sexual en la adolescencia: un estudio nacional desde la perspectiva de la juventud española’, fue presentado durante en Madrid. Se trata de un trabajo, dirigido por Pereda y su Grupo de Investigación en Victimización Infantil y Adolescente (Grevia), es pionero en España al abordar directamente a los jóvenes sobre este tema. La muestra incluyó a 4.319 adolescentes de 70 centros de Educación Secundaria en todo el país.
La investigación se basó en un cuestionario adaptado de estudios anteriores realizados en Zúrich, y reveló que el 17,8% de los jóvenes españoles dicen haber sufrido violencia sexual en el último año, con las chicas siendo las principales afectadas en casos menos graves, mientras que los varones reportan los casos más serios, incluyendo penetración y sexo oral.
Según los hallazgos, más de dos de cada cien adolescentes de entre 14 y 17 años en España, un 2,6%, están dispuestos a intercambiar favores sexuales, que van desde tocamientos hasta penetración, por drogas, alcohol, dinero, regalos o incluso por ‘likes’ y atención de adultos. Lo más preocupante es que estos jóvenes no lo hacen por necesidad, sino por elección, lo que sitúa a España en un nivel elevado en comparación con otros países europeos como Suiza, Suecia o Noruega, donde este problema también está en aumento. En Estados Unidos, ya afecta al 4,9% de los adolescentes varones.
Consumo precoz de la pornografía
Pereda advierte que este fenómeno está siendo alimentado por la banalización de la explotación sexual y del cuerpo, en parte debido al acceso precoz a la pornografía. La falta de conciencia sobre las consecuencias a largo plazo y la búsqueda de gratificación inmediata en la adolescencia agravan esta situación.
Los especialistas presentes en la jornada destacaron la necesidad de programas nacionales de prevención en entornos educativos para abordar este problema de manera pedagógica. Pereda subraya que este estudio debe ser el punto de partida para una investigación continua sobre el tema y la implementación de recursos para ayudar a los jóvenes a enfrentar estos desafíos.