Los coordinadores de las pruebas de acceso a la universidad de las distintas comunidades autónomas han alcanzado un consenso sobre cómo será la nueva Selectividad, que debutará en junio y a la que se espera que se presenten más de 300.000 estudiantes. De acuerdo con un documento al habrá un solo modelo de examen por asignatura, eliminando la posibilidad de elegir entre dos opciones como en años anteriores. No obstante, se mantendrá cierto grado de optatividad dentro de cada prueba. Este acuerdo, que ha sido negociado en diversas reuniones durante los últimos meses, será ratificado por las universidades españolas este viernes en Bilbao.
Cambios en la estructura de los exámenes
Una de las principales novedades que introduce este acuerdo es la inclusión de entre un 20% y un 25% de preguntas de carácter competencial en los exámenes de esta primera edición de la nueva Selectividad. Estas preguntas deberán ser respondidas obligatoriamente. Además, para obtener la calificación máxima, los estudiantes tendrán que acertar cuestiones que cubran entre el 75% y el 80% del temario de cada asignatura. En los últimos años, era posible obtener la nota máxima concentrándose solo en la mitad del temario gracias a la alta optatividad de las pruebas.
A pesar de este avance, las comunidades autónomas aún deben definir en detalle cómo serán los exámenes. Esta situación ha generado preocupación en muchos centros educativos, ya que el curso ha comenzado sin que los profesores y estudiantes cuenten con ejemplos de exámenes claros, con la excepción de Galicia, que ya ha presentado 34 modelos de ejercicios.
Incorporación del modelo competencial
El principal cambio de fondo en la reforma es la introducción de preguntas con un enfoque competencial, que busca un aprendizaje más aplicado y menos memorístico. Este modelo, que ya ha sido adoptado en otros países desarrollados, evalúa la capacidad del alumnado para movilizar sus conocimientos y resolver problemas conectados con la realidad. Aunque en 2025 solo un cuarto de las preguntas tendrá este enfoque, el documento anticipa que este porcentaje aumentará progresivamente en futuras ediciones.
El acuerdo también establece que, en los exámenes de castellano, lenguas cooficiales y lenguas extranjeras, un 10% de la nota dependerá de la corrección gramatical, coherencia y cohesión, entre otros factores. En otras asignaturas, como Historia de España o Filosofía, solo se valorará la ortografía en las tareas que requieran la redacción de un texto. Estas reglas se aplicarán de manera proporcional para los alumnos con dislexia o disortografía, siempre que hayan recibido estas adaptaciones durante toda su etapa educativa anterior.
Duración y formato de los exámenes
Cada examen tendrá una duración de 90 minutos, y las respuestas abiertas o semiconstruidas deberán constituir al menos el 70% del total. Además, el documento especifica qué materiales auxiliares, como diccionarios o calculadoras, podrán ser utilizados por los estudiantes, lo que deberá ser aprobado por la comisión organizadora de la prueba.