La Universidad Complutense de Madrid (UCM) pide al juez Juan Carlos Peinado investigar el rastro de tres facturas relacionadas con la cátedra concedida a Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno. Lo que pide la UCM es investigar la licitación de contratos y gastos celebrados en torno a la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva, sobre los que la empresaria no ha aportado información y que ascienden a un total de 102.848 euros.
Según se desprende del informe remitido al Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid, la UCM informa al instructor que la «falta de colaboración» de determinados intervinientes, entre los que se encuentra la propia Gómez, que impide acceder a más información relativa al destino y desarrollo de dichos fondos. Esta petición se suma a otra de la UCM, que acusa a Gómez de “apropiación indebida” tras hallar “indicios” de que hubiera utilizado el software de la institución universitaria para su empresa.
Tres facturas
Entre los gastos que la institución pública pide rastrear se encuentra la factura presentada por la empresa Making Science Group S.A. por la prestación del servicio de desarrollo e implementación de la Plataforma Transforma TSC para la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva concedida a la mujer del secretario general del PSOE. El importe de dicha factura asciende a 24.200 euros.
Asimismo, el informe menciona la existencia de un contrato menor cuyo objeto fue el Servicio de Consultoría y Asistencia para la Escuela de Gobierno-Cátedra de Transformación Social Competitiva, por un total de 18.148.79 euros. La última, por valor de 60.500 euros, se menciona un procedimiento abierto simplificado cuyo objeto fue la «Asistencia y asesoría técnica y tecnológica para la creación de una plataforma de gestión y medición de impacto en la Pequeña y Mediana Empresa».
Dos marcas a nombre de la empresaria
Las peticiones de la Complutense llegan después de que el instructor citara a declarar como testigo a su rector, Joaquín Goyache. La Universidad pidió personarse en la causa como acusación particular como posible perjudicada, cuestión que fue rechazada por el juez. En consecuencia, la UCM abrió una investigación con carácter interno «encaminada a procurar determinar si hubiera existido una apropiación indebida de determinados productos que se entienden titularidad de esta Universidad (plataforma o software)», y que, ahora, pone en conocimiento del juez.
Las actividades iniciadas por la institución pasaron por la formulación de una solicitud a la Oficina Española de Patentes y Marcas, dependiente del Ministerio de Industria, con el fin de conocer si alguna marca o patente figuraba a nombre de Begoña Gómez Fernández o de la Sociedad Transforma Tsc SL. El resultado fue conocer la existencia de dos marcas a favor de la empresaria, de las cuales -según defiende en el escrito remitido al juzgado- la UCM no tuvo conocimiento hasta su publicación en los medios.