Javier Lambán, presidente de Aragón, y Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, lideraron este sábado una fuerte oposición en el Comité Federal del PSOE contra el acuerdo de financiación singular para Cataluña, pactado entre ERC y el Partido Socialista para garantizar la investidura de Salvador Illa. Este pacto, que concede a Cataluña un cupo financiero especial, ha generado un profundo malestar entre algunos barones socialistas, quienes lo consideran inconstitucional y una amenaza a la unidad de España.
Lambán, quien ha sido contundente en su crítica, expresó que este acuerdo va en contra de los principios tradicionales del PSOE, destacando que el pacto “está en las antípodas de lo que siempre hemos defendido”. Además, afirmó que este tipo de concesiones fiscales supone una ruptura de la solidaridad territorial y pone en peligro los mecanismos que han regido el país hasta ahora. Lambán pidió a sus compañeros recapacitar y expresó su deseo de que este acuerdo no prospere.
Por su parte, García-Page también fue claro en su rechazo. A la llegada a la sede de Ferraz en Madrid, calificó el acuerdo como «el cupón independentista», señalando que la singularidad fiscal acordada para Cataluña es un paso hacia la independencia. Page subrayó su «enorme preocupación» por los valores fundacionales de la izquierda y la ruptura de consensos constitucionales que, según él, implica este pacto. Además, destacó que los cambios estructurales que propone ERC ponen “patas arriba” la Constitución española.
Ambos líderes autonómicos, Lambán y García-Page, argumentaron que el acuerdo no solo es perjudicial para la cohesión territorial, sino también para el propio partido, que, en su opinión, se está alejando de sus principios fundacionales al aceptar este tipo de concesiones a Cataluña. García-Page enfatizó que este pacto es “más egoísta que socialista”, una crítica que refleja su creciente descontento con la dirección del partido y con las decisiones tomadas para asegurar la investidura de Illa.
Otros barones del PSOE, como Juan Espadas (Andalucía), Luis Tudanca (Castilla y León) y Miguel Ángel Gallardo (Extremadura), se mostraron más ambiguos a la entrada y salida del Comité Federal, pidiendo una reflexión sobre la medida y advirtiendo sobre los peligros de una financiación diferenciada para Cataluña en detrimento de otras comunidades autónomas. Espadas, por ejemplo, insistió en que la diversidad territorial debe ir acompañada de solidaridad, mientras que Tudanca expresó que apoyará el acuerdo solo si se garantiza una mejora en la financiación para todas las regiones.
No obstante, algunos líderes cercanos a Pedro Sánchez, como Diana Morant, ministra de Ciencia, y Óscar López, ministro de Transformación Digital, defendieron abiertamente el acuerdo con ERC. Morant destacó que este pacto podría abrir la puerta a que otras comunidades vean reconocidas sus singularidades, mientras López aseguró que Sánchez no saldrá cuestionado del Comité Federal, confiando en que el liderazgo del presidente continuará sin grandes fisuras.
A pesar de estas defensas, el acuerdo con ERC sigue generando divisiones internas dentro del PSOE, reflejando la complejidad de mantener la cohesión del partido mientras se avanza en acuerdos que tocan temas tan sensibles como la financiación autonómica y la unidad territorial de España.