Durante la presentación del libro España tiene solución del ex portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, celebrada en el Auditorio Rafael del Pino en Madrid, la diputada del Partido Popular Cayetana Álvarez de Toledo aprovechó el acto para lanzar un mensaje de advertencia sobre la situación política en Cataluña y su impacto en el conjunto del país. Desde su escaño por Barcelona, Álvarez de Toledo calificó a Cataluña como “la zona cero de los males de España” y urgió a construir una alternativa constitucionalista sólida para quienes no se sienten representados por el actual panorama político catalán.
Su intervención, moderada por el periodista John Müller, combinó crítica política con reflexiones de fondo. Según la diputada popular, España se encuentra atrapada en un bucle de chantaje y decadencia que tiene su epicentro en el modelo territorial catalán y el pacto lingüístico sellado entre el PSC y Esquerra Republicana. A su juicio, este acuerdo apunta a “imponer el catalán” más allá de la administración autonómica, llegando incluso a la empresa privada, y representa una cesión de soberanía del Estado en Cataluña. “No es que Cataluña se marche de España, es que es España la que se retira de Cataluña”, afirmó con rotundidad.
Frente a este escenario, Álvarez de Toledo abogó, con matices y “todas las cautelas”, por un “nuevo patriotismo”, al que definió como sobrio, democrático, responsable y cargado de emoción. Un patriotismo que se aleje del enfrentamiento identitario para centrarse en reconstruir lo común entre los ciudadanos, en lugar de profundizar en divisiones que, según ella, alimentan un debate “narcisista” sobre la identidad.
En su análisis, criticó también el deterioro institucional que, según sostuvo, comenzó con el proceso soberanista catalán y que, a su entender, se ha extendido al conjunto del Estado. Denunció que se está minando la autoridad de la ley, la convivencia democrática y las bases institucionales del país. “Ese proceso está arrasando con las instituciones y el orden”, sentenció.
Visiblemente molesta, Álvarez de Toledo cuestionó la rutina política actual, que —según ella— obliga a repetir cada semana las mismas preguntas sobre los escándalos que rodean al Gobierno: “¿De verdad creen que me divierte tener que volver a hablar sobre el Poder Judicial, o sobre Ábalos, Begoña o el hermano de Sánchez? Es todo profundamente degradante”.
Asimismo, criticó la introducción de pinganillos en el Congreso para traducir las lenguas cooficiales, calificándolos como “metáforas de separación” y síntomas de una política de exclusión. Frente a ello, reclamó la necesidad de reforzar lo que une a los españoles, en lugar de seguir creando barreras simbólicas.
De cara al próximo Congreso del PP, previsto para el 5 y 6 de julio en Madrid, mostró su esperanza de que el partido esté a la altura del momento político. “Lo que este país necesita es parar y revertir la degradación que ha traído el sanchismo. Se necesita verdad, claridad y respeto por el ciudadano”, concluyó.