Daniel Gabaldón, profesor de Sociología en la Universidad de Valencia, encabeza un grupo de investigación que analiza los horarios escolares y su efecto en los estudiantes. A través de un estudio realizado con pruebas a niños de 3º de Primaria en la Comunidad Valenciana, se ha observado que la jornada continua, en la que las clases se concentran solo por las mañanas, afecta negativamente al rendimiento académico, especialmente en los varones.
El estudio, cuyos resultados aún son preliminares y no han sido publicados, indica que los estudiantes que cursan en jornada continua tienen un rendimiento en Matemáticas un 26% inferior respecto a quienes siguen un horario partido. En Lengua Extranjera, la caída es del 24%, mientras que en Lengua Valenciana los chicos presentan una disminución del 54% y las chicas del 25%, según detalla Elena Casquel, profesora de Análisis Económico en la Universidad de Valencia.
Creciente debate sobre la jornada continua en España
A pesar de las crecientes críticas de expertos, más del 80% de los colegios públicos en España han adoptado la jornada continua. Instituciones como la OCDE han recomendado al país reconsiderar esta estructura, promoviendo un horario partido para mantener los colegios abiertos tanto por la mañana como por la tarde. Además de facilitar la conciliación familiar, se considera que el horario partido podría reducir el abandono escolar y ayudar a estudiantes de entornos más vulnerables.
Desigualdades en el sistema educativo
Un estudio de EsadeEcPol advierte que la jornada solo por la mañana fomenta desigualdades educativas y sociales, ya que la menor participación en actividades extraescolares y comedores afecta más a los estudiantes de familias con menos recursos. Las familias con mayores ingresos suelen compensar con actividades privadas, como clases de idiomas o música, mientras que los servicios públicos tienden a desaparecer por la falta de demanda.
Investigaciones anteriores también muestran un impacto negativo de la jornada continua en el rendimiento académico. José Antonio Caride demostró hace años que este horario incrementa entre un 10% y 20% el fracaso escolar, mientras que un estudio en Andalucía reveló un 8% menos de aprobados en colegios con jornada intensiva.
La cronobiología y el rendimiento escolar
Varios estudios internacionales, como los de los franceses François Testu y Hubert Montagner, han señalado que los momentos de mayor atención de los niños ocurren al mediodía, con una caída pronunciada entre las 13:00 y las 15:00, seguida por un repunte en las primeras horas de la tarde. Mariano Fernández Enguita, sociólogo y autor de La jornada escolar, destaca que los adolescentes, al comenzar las clases muy temprano, aún no están completamente despiertos, lo que perjudica su rendimiento. Un estudio en Estados Unidos encontró que retrasar una hora el inicio del instituto mejoraba notablemente los resultados académicos.