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Las mutualidades de funcionarios en España, entre ellas Muface (para empleados públicos), Mugeju (para el personal de Justicia) e Isfas (para los militares), enfrentan una creciente crisis de financiación. Según el informe anual de la Fundación IDIS, por cada 100 euros ingresados en primas, las aseguradoras privadas destinan 100,8 euros a la atención sanitaria de los beneficiarios, lo que supone una situación de déficit financiero. Esta crisis se ve agravada por la falta de actualización en los fondos públicos destinados a estas entidades, lo que complica su sostenibilidad a largo plazo.
La elección de los nuevos funcionarios: sanidad pública versus privada
Mientras que Muface atiende a 1,52 millones de personas, incluyendo a funcionarios y sus familias, muchos de sus nuevos miembros prefieren optar por la sanidad pública. Aunque estos beneficiarios tienen derecho a elegir anualmente entre sanidad pública y privada, el 66,3% de los nuevos afiliados en 2023 se inclinó por el sistema público. La tendencia es aún más marcada en el sector educativo, donde el 74% de los nuevos docentes seleccionó la sanidad pública. Como resultado, el porcentaje de funcionarios que elige la atención privada ha disminuido del 80,4% en 2016 al 69,6% en 2023.
Cambios demográficos y envejecimiento de los afiliados
El envejecimiento de la población protegida representa un desafío creciente para la aseguradora. La edad media de los afiliados ha subido casi cuatro años en la última década, alcanzando los 58 años en 2023. Las mutualidades enfrentan un gasto creciente, ya que los beneficiarios mayores requieren más servicios médicos. Al mismo tiempo, los nuevos funcionarios, que suelen incurrir en menores gastos, están optando en gran parte por la sanidad pública.
Preferencias por la sanidad pública entre los jóvenes funcionarios
Factores como la familiaridad con el sistema de salud pública y la cobertura más completa de este sistema en áreas rurales impulsan la preferencia de los nuevos funcionarios por la sanidad pública. Según José Ramón Repullo, profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, los usuarios son fieles al sistema con el que están familiarizados, y esto afecta tanto a los jóvenes que han utilizado el Sistema Nacional de Salud (SNS) como a los mayores que se han atendido tradicionalmente en la sanidad privada.
La selección de riesgos y el traslado de mayores a la sanidad pública
La inclinación hacia la sanidad pública es notable entre los funcionarios mayores de 65 años, quienes eligen cada vez más la atención pública. En 2016, solo el 15,2% de los beneficiarios de esta franja de edad optaba por el SNS; ahora, esta cifra ha crecido al 22,6%. Además, aproximadamente la mitad del incremento anual de jubilados en Muface se dirige hacia la sanidad pública. Esto puede aliviar en parte las cuentas de las aseguradoras, ya que las patologías más complejas y costosas suelen pasar al sistema público.