La Dirección General de los Mossos d’Esquadra ha decidido suspender de sus funciones a los agentes detenidos por colaborar en la fuga de Carles Puigdemont tras su regreso a España el pasado 8 de agosto. Según los expedientes disciplinarios a los que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO, los agentes arrestados violaron uno de los deberes fundamentales de la policía: cooperar con la Administración de Justicia para la persecución de delitos.
Colaboración con Puigdemont y repercusiones
La cúpula policial catalana ha señalado que los agentes incumplieron gravemente su deber al ayudar a Puigdemont a evadir la orden de detención emitida por el Tribunal Supremo. Esta conducta, calificada de «grave» por la dirección del cuerpo de policía, generó una notable alarma social y un gran impacto mediático, lo que llevó a su detención inmediata.
El director general, Pere Ferrer, ha iniciado procedimientos disciplinarios contra estos policías, quienes colaboraron con el expresidente catalán para que eludiera el operativo policial desplegado para su captura. Como parte de estas medidas, se ha impuesto la suspensión cautelar de los agentes desde el 9 de agosto, a la espera de que se determine su responsabilidad y grado de culpabilidad.
Medidas disciplinarias y errores operativos
La suspensión de los agentes incluye la pérdida de ciertos complementos salariales y gratificaciones, así como la retirada de sus armas, credenciales y la prohibición de usar el uniforme o acceder a las dependencias policiales sin autorización. Estas medidas podrían mantenerse vigentes hasta la conclusión de los expedientes disciplinarios.
Según los informes, los policías implicados, conscientes de la orden de detención contra Puigdemont, optaron por colaborar activamente para que el expresidente catalán pudiera desplazarse libremente por las calles de Barcelona, evitando así su arresto. Incluso, los agentes habrían advertido a Puigdemont sobre la presencia policial para que pudiera esquivarla.
Reconocimientos de fallos en la operación
La dirección de los Mossos ha reconocido ante el Tribunal Supremo que se cometieron múltiples errores durante el operativo para detener a Puigdemont. Admiten que perdieron de vista al líder de Junts per Catalunya tras una persecución callejera poco efectiva, en la que finalmente logró escapar en un vehículo conducido por una persona discapacitada. Además, han admitido que no detectaron a tiempo que policías de la División de Escoltas tomaron el día libre para asistir a Puigdemont en su fuga, eludiendo nuevamente la acción de la justicia.