El Sindicat Autònom de Policia (SAP-FEPOL) y el Sindicat de Mossos d’Esquadra (SME-FEPOL) han señalado que es normal que se produzcan «cambios» dentro del cuerpo policial catalán tras la designación de Nuria Parlón como nueva consellera de Interior, aunque consideran que no debe ocurrir «una caza política de brujas». En este sentido, ambos sindicatos han destacado la importancia de que cualquier transición o reestructuración se realice de manera justa y sin persecuciones políticas que puedan afectar la moral y el funcionamiento del cuerpo policial.
El secretario general de SAP-FEPOL, Pere Garcia, ha recordado que los tres mossos detenidos estaban «fuera de servicio» en el momento del incidente. Según Garcia, es fundamental que sea un juzgado quien determine si han cometido un delito. Además, mencionó que si no se encuentran pruebas suficientes para un delito, será el departamento de Interior el que decida si se trata de una cuestión disciplinaria. «Tenemos un régimen disciplinario para prevenir estos comportamientos, la Comisaría General de Asuntos Internos no puede controlar a 18.000 agentes», ha destacado, subrayando la complejidad de gestionar un cuerpo policial tan grande.
Según informaciones proporcionadas al Periódico de Cataluña, Pere Garcia ha destacado que el fallo en la detención del expresidente Carles Puigdemont la semana pasada en Barcelona afecta gravemente al prestigio de los Mossos d’Esquadra. Este incidente ha generado una gran polémica y ha puesto en el foco de atención la efectividad y el profesionalismo del cuerpo policial catalán. Garcia lamenta que los actuales responsables policiales no hayan realizado una «autocrítica» adecuada tras este suceso. Considera que una reflexión interna es crucial para entender las fallas y mejorar en el futuro.
Críticas a los Mossos
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denunció este lunes la falta de medios, presupuesto y personal en la Guardia Civil, en contraste con el refuerzo que el Gobierno ha proporcionado a los Mossos d’Esquadra. Según la AEGC, esta situación refleja un “ninguneo” hacia la Benemérita, generando una desigualdad que afecta a la operatividad y moral de los guardias civiles.
En un comunicado de prensa, la AEGC afirmó que los guardias civiles están sometidos a un sobresfuerzo que no garantiza la efectividad de sus funciones y que transmite una sensación de seguridad “ficticia” a la ciudadanía. Mientras tanto, «sigue engordando el presupuesto de los Mossos«, indicó la asociación, subrayando el desbalance en la asignación de recursos entre ambos cuerpos de seguridad.
La AEGC destacó que los 157,000 guardias civiles deben velar por la seguridad de un territorio que abarca 450,000 kilómetros cuadrados, una tarea inmensa si se compara con la de los Mossos, que con 20,000 agentes controlan 32,000 kilómetros cuadrados. Esta disparidad en la asignación de personal y recursos pone en evidencia las dificultades que enfrenta la Guardia Civil para cumplir con sus responsabilidades de manera efectiva.
Además, la AEGC recordó que los Mossos no han podido cumplir la orden de detener a Carles Puigdemont, arrojando dudas sobre la actuación del cuerpo autonómico durante el proceso independentista.
En conclusión, la AEGC insta al Gobierno a reconsiderar la distribución de recursos y personal entre la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra. La asociación reclama una mayor equidad en el trato a la Benemérita, advirtiendo que la actual política de refuerzos y presupuestos puede comprometer la seguridad y la confianza en las instituciones de seguridad del Estado.
Óscar Puente
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, afirmó este pasado lunes que la reciente aparición y fuga de Carles Puigdemont en Cataluña, coincidiendo con la investidura del líder del PSC, Salvador Illa, «no es más que ruido». En una entrevista en RNE, Puente defendió que las «responsabilidades» por la situación recaen en la Generalitat y que «no se le puede imputar ninguna al Gobierno de España».
Puente subrayó que el control de fronteras es la única responsabilidad del Estado en Cataluña, destacando que, debido al espacio Schengen, los desplazamientos entre Francia y España son completamente libres.
Según el ministro, «controlar la entrada de una persona en España a través de la Guardia Civil era muy complicado», dado que Puigdemont reside en la Unión Europea. Añadió que la Generalitat, que tuvo a los Mossos d’Esquadra en contacto directo con Puigdemont durante su presencia en Barcelona, es la entidad responsable de cualquier acción o inacción respecto al expresidente catalán. «Quien sí tenía acceso a Puigdemont y, de hecho, estuvo rodeado de Mossos durante buena parte de su acto en Barcelona, era la Generalitat y, por tanto, ahí recaen las responsabilidades», explicó Puente.
Puente también mencionó que, en este contexto, es difícil para la Guardia Civil controlar la entrada de individuos específicos, como Puigdemont. «El Estado lo único que tiene en este momento en Cataluña es el control de fronteras y claro, estamos en un país que está en el espacio Schengen con Francia y, por tanto, los desplazamientos entre fronteras, entre Francia y España, son desplazamientos completamente libres», concluyó el ministro, reiterando que las responsabilidades recaen en la Generalitat.