Venezuela se prepara para unas elecciones cuyo resultado se conoce de antemano, pero cuyo final es incierto. Aunque las encuestas pronostican una victoria aplastante para la oposición, queda por ver qué dirá el escrutinio oficial.
Campaña electoral y temores de fraude
En medio de una campaña electoral peculiar, María Corina Machado, la candidata proscrita, ha cedido el testigo a Edmundo González Urrutia de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) tras la inhabilitación de su sucesora, Corina Yoris. A pesar del optimismo en las filas opositoras, la sombra del fraude electoral se cierne con fuerza sobre el proceso.
El 28 de julio, día de las elecciones, el régimen ha cerrado la puerta a los observadores internacionales y busca soluciones para mantenerse en el poder. Nicolás Maduro ha advertido sobre un posible atentado contra el sistema eléctrico, culpando a la oposición de los supuestos planes para desestabilizar el país.
Apagones y estrategias del régimen
La posible interrupción del sistema eléctrico recuerda las elecciones de 2019 en Bolivia, donde un apagón del sistema de cómputo llevó a la salida de Evo Morales. Maduro, en su programa «Con Maduro +», denunció que varios sospechosos ya han sido detenidos y prometió garantizar la paz. «Si se comen la luz, lo van a lamentar 500 años, bandidos, terroristas«, proclamó desde el Teatro del Batallón 24.
Detenciones y represión por parte de Maduro
Mientras tanto, el régimen ha intensificado su represión contra la oposición, con alrededor de 40 opositores detenidos en lo que va de año. La oposición denuncia que estas detenciones buscan dinamitar «la ruta electoral» y perpetuar el régimen de Maduro. «Es un régimen criminalizado», protestaron, insistiendo en que ninguno de los detenidos ha cometido delito alguno. Las elecciones en Venezuela se presentan como un momento crítico, marcado por la incertidumbre y las tensiones políticas, en un país donde el clima electoral está cada vez más cargado de sospechas y confrontaciones.