El Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dado la orden de mover a África el avión que se encarga de la vigilancia marítima de la Guardia Civil, cuya tarea consistía exclusivamente en controlar las llegadas de inmigrantes en pateras en Canarias. Así, la aeronave ha abandonado Gran Canaria y ha viajado hasta Dakar, Senegal, para participar en la llegada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al país africano.
Este cambio en la hoja de ruta de la aeronave se debe a la gira africana que está haciendo Pedro Sánchez para resolver la cuestión migratoria. Sin embargo, para la oposición, esta visita ha dejado mucho que desear, pues las primeras declaraciones de Sánchez han comenzado a crear malestar por estar lejos de ser iniciativas solventar el problema. La primera medida que se ha conocido desde Mauritania es que el líder del Ejecutivo va a crear 250.000 puestos de trabajo para inmigrantes de la zona del Sahel.
La visita de Sánchez también ha dejado sorprendentes noticias, como su promesa de enviar 500 millones de euros y una increíble bolsa de trabajo. Esta gira comenzó a los pocos días de que Sánchez se reuniera con el presidente de Canarias para resolver de manera conjunta el conflicto que se está viviendo en las islas, y se cuestionó, en gran parte, por la llegada de 22.000 personas a través de pateras y de manera irregular.
Malestar dentro de la Guardia Civil tras la decisión de Marlaska
Con esta crisis de inmigración que Canarias no puede controlar debido a la limitación de medios que sufre, el ministro de Interior ha decidido mover el avión C-235 de la Guardia Civil, que se encontraba desplegado en Canarias, para que se desplace hasta Senegal.
Por lo que se ha conocido, el avión C-235 llegó a Senegal el pasado miércoles por la tarde, aterrizaje que coincidió precisamente con la llegada del presidente del Gobierno de España a Senegal. Este avión había estado tres meses sin viajar a África debido a que su responsabilidad ahora era vigilar el mar en Canarias para controlar la inmigración ilegal que no cesa de llegar a sus costas. Además, se ha conocido que la última vez que ese avión estuvo en África coincidió con el viaje oficial de José Manuel Albares, ministro de Exteriores.
Esta decisión de Marlaska ha generado malestar dentro de la Guardia Civil, donde se ha calificado de acción “obscena”, debido a que no ven con buenos ojos que se cambie el ejercicio de trabajo de un avión en estas circunstancias.