Imagen: Óscar Puente-Europa Press
El Gobierno proyecta implantar en España un billete único para el transporte público en 2026 que permitirá a los ciudadanos utilizar diferentes medios como el tren y el autobús en todo el territorio. Este billete único todavía está en fase embrionaria, pero sería una tarjeta que permitiría al usuario poder utilizar diferentes medios de transporte, como el tren, el autobús o el metro.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, avanzó el proyecto este jueves al detallar que este ejercicio será un año de transición en lo que a bonificaciones al ferrocarril se refiere, con el objetivo de implementar en 2026 el billete único para todo el transporte, sin ofrecer más detalles.
Esta idea la comentó durante un encuentro informativo de Nueva Economía Fórum como una evolución natural y siguiendo los pasos de países que han implantado con éxito dicha tarifa como Alemania, que permite viajar por todo el país por unos 50 euros al mes. Según el ministro, la medida ayudaría a «acelerar la descarbonización» de la economía, al tiempo que favorecería una mayor comodidad para el usuario y permitiría «una mejor distribución de los recursos y empezar a volcar los esfuerzos en la calidad del transporte público».
El transporte público seguirá bonificado durante el primer semestre de este año con las rebajas puestas en marcha en los años 2022 y 2023 para ayudar a los ciudadanos a encarar el aumento de precios con la inflación. A partir de julio se reducirán de manera progresiva durante la segunda parte del año, con descuentos más focalizados en los viajeros frecuentes.
Cómo funciona el sistema de Alemania
El gobierno español tomará como referencia el sistema de billete único que se aplica en Alemania, según ha explicado el propio ministro Puente. Conocido como Deutschlandticket, tiene un precio fijo que hasta ahora era de 49 euros y que desde el día 1 de enero ha ascendido a 58. Permite viajar de forma ilimitada en transporte público local y regional por todo el país.
Es válido para utilizar el metro, el autobús, el tranvía y los trenes de cercanías y regionales, pero excluye los de alta velocidad, el Intercity Espress (ICE), los trenes Intercity (IC) y los trenes EuroCity (EC ) así como servicios privados interurbanos como Flixbus, Flixtrain, transportes turísticos o históricos, así como taxis y otros medios de transporte compartidos.
En este sentido, el propio Puente ha confesado que es un sistema que tiene “ventajas y desventajas”, pero del que “pueden aprender”. Asimismo, asegura que esta medida brindará mayor comodidad a los usuarios, además de permitir «una mejor distribución de los recursos y empezar en volcar los esfuerzos en la calidad del transporte público».