Imagen: Emiliano García-Page-Europa Press
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sido el barón socialista más crítico con los acuerdos alcanzados por el presidente del gobierno con sus socios, como es el caso de la aprobación de la ley de amnistía, siendo el único socialista en recurrir la norma ante el Tribunal Constitucional. Sin embargo, a pesar de sus críticas en público a su propio secretario general, en el clima de opinión empieza a tener consecuencias lo que dice y hace el presidente del gobierno.
El PSOE perdería dos escaños
Si hoy se celebraran elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha, el PSOE perdería la única mayoría absoluta que hasta ahora conservaba tras la debacle electoral del partido el pasado 28 de mayo de 2023. Aunque es cierto que Page volvería a ganar las elecciones, no conservaría la mayoría absoluta que ostenta desde 2019, y, también, la posibilidad de repetir como presidente después de concatenar ya tres legislaturas.
Los socialistas perderían dos escaños, que hoy se trasvasarían al Partido Popular que dirige Paco Núñez en la Comunidad, según los datos de la encuesta de NC Report para el diario La Razón. El PSOE perdería un diputado en Toledo y otro en Ciudad Real. Así, el desgaste que sufre el PSOE a nivel nacional también se extiende al PSOE castellanomanchego, desgaste producido por los casos de corrupción del entorno del gobierno y por su incapacidad para alcanzar acuerdos con sus socios.
García-Page, reelegido en diciembre como secretario general del PSOE en su comunidad sin alternativa, pasaría de los 17 escaños obtenidos en mayo de 2023 a 15. Con estos datos, no podría conservar el mando al frente de la región, pues los partidos a su izquierda (Sumar y Podemos) no conseguirían entrar en el Parlamento autonómico. El PSOE perdería más de 40000 votantes, y caen 2,5 puntos porcentuales desde las últimas elecciones.
Estos dos escaños perdidos por el PSOE serían recogidos por el PP, que pasaría de 12 a 14 escaños desde los últimos comicios. Así, los populares ocuparían el lugar de los socialistas en Toledo y en Ciudad Real. Conseguirían 6.169 votantes más y un aumento del 1,6% del voto. Según la encuesta, hoy serían el segundo partido más votado en la región y, aunque no obtendrían los los votos suficientes para gobernar en solitario, sí podrían hacerlo si llegan a un pacto de investidura con Vox.
Fuente: Encuesta de NC Report para La Razón
Vox, clave en la gobernabilidad
Así, el partido clave para la gobernabilidad sería el partido dirigido por Abascal, que aumenta su voto en un 0,7%, aunque ese incremento del voto no llegaría a traducirse en una subida en cuanto a escaños. Vox se mantendría así con cuatro diputados, que serían imprescindibles para un posible cambio de gobierno dirigido por el PP, pues ambos partidos sumarían 18 escaños, uno más que la mayoría absoluta.
Sin embargo, estos números se dan en uno de los momentos más tensos en la relación entre PP y Vox, después de que estos últimos rompieran en julio casi todos los gobiernos autonómicos en que cogobernaban con los populares.