El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado este viernes a diversos sectores de orquestar un «acoso judicial» contra el Ejecutivo «por tierra, mar y aire». Durante los corrillos celebrados en el Congreso de los Diputados con motivo del Día de la Constitución, Sánchez dirigió un mensaje contundente hacia aquellos que, según él, buscan derrocar al Gobierno desde «la esfera mediática, política y judicial»: «Este acoso se volverá en contra de los acosadores».
En conversaciones informales con periodistas, el mandatario abordó temas polémicos como el caso Koldo y las acusaciones realizadas por Víctor de Aldama. Sánchez calificó estas acusaciones de «operación fango» y «bulos» destinados a desestabilizar al Ejecutivo, asegurando que estos ataques no lograrán su objetivo. «No van a poder… No nos van a quebrar», afirmó repetidamente, mostrando una aparente calma al subrayar que lidera «un Gobierno limpio».
El presidente recordó una reflexión que compartió en mayo, cuando valoró la posibilidad de dimitir tras la imputación judicial de su esposa, Begoña Gómez. Según Sánchez, esa experiencia le permitió prever el incremento de las maniobras judiciales y mediáticas contra su administración. Sin embargo, sostuvo que estas acciones son ruidosas pero, a su juicio, ineficaces: «El fracaso de este acoso es cuestión de tiempo. El tiempo pone las cosas en su sitio».
Silencio sobre el caso Ábalos
A pesar de la insistencia de los periodistas, Sánchez evitó hacer declaraciones sobre las acusaciones que vinculan a José Luis Ábalos con un supuesto acuerdo relacionado con un piso en la Castellana. Esta propiedad habría sido una alternativa en caso de no recibir presuntas comisiones de constructoras por la adjudicación de obras públicas. Sobre este tema, el presidente se limitó a expresar su confianza en que, cuando sea el momento, el acoso al Gobierno será deslegitimado.
Sánchez adoptó un tono confiado al analizar el panorama político actual y las próximas elecciones. Según él, los ataques provenientes de la derecha mediática y judicial terminarán generando un rechazo ciudadano hacia quienes los impulsan. «El fango y el ruido se convertirán en un rechazo a quienes lo producen», afirmó. Además, destacó que el PSOE está trabajando para recuperar el poder territorial que perdió tras los resultados del 28-M de 2023, con vistas a las elecciones de 2027.
El presidente manifestó que su tranquilidad radica en la conexión del partido con la ciudadanía y en la certeza de que los votantes diferenciarán entre las campañas de desprestigio y la gestión del Ejecutivo. Subrayó que el PSOE sigue haciendo sus «deberes» para consolidar su posición de cara al futuro.
Abucheos en el Congreso
Un nutrido grupo de ciudadanos, ubicados tanto en la acera de enfrente como transitando por la Carrera de San Jerónimo, corearon frases como «¡Sánchez, vete ya!», «Sánchez, dimisión» y «No pisas las calles de Madrid ni aunque te paguen». Además, entre las proclamas destacó la crítica a la gestión de la DANA en Valencia, con mensajes contundentes como «No se han ahogado, los han matado», en referencia a la tragedia que afectó a esta comunidad recientemente.
Ante la presencia de las protestas, el Congreso fue blindado con un amplio despliegue policial. Varias decenas de agentes de la Policía Nacional establecieron un dispositivo de seguridad para garantizar el normal desarrollo de los actos conmemorativos. Este día reúne tradicionalmente a una gran cantidad de autoridades, incluyendo al Gobierno en pleno, portavoces parlamentarios, presidentes autonómicos y representantes diplomáticos.
Con el objetivo de reducir la intensidad y visibilidad de la protesta, los agentes instaron a los manifestantes a moverse continuamente por la Carrera de San Jerónimo, evitando que se congregaran en un mismo punto. Esta medida buscaba minimizar el impacto sonoro y visual de las consignas frente al Parlamento.