El reciente informe ‘Ageing Report’ de la Comisión Europea proyecta que la extensión voluntaria de la vida laboral en España podría generar importantes ahorros en el gasto de pensiones en las próximas décadas. Sin embargo, expertos en economía, incluyendo destacados catedráticos, ponen en tela de juicio esta proyección y sugieren que los resultados previstos podrían no materializarse como se espera.
Proyecciones optimistas de Bruselas
La Comisión Europea, basándose en estimaciones del Ministerio de Economía español, anticipa que la vida laboral media en España se extenderá significativamente. Según el informe, la carrera de cotización de un trabajador en España, que era de 37,8 años en 2022, podría aumentar a 40,4 años en 2050 y alcanzar los 42,6 años en 2070. De confirmarse esta previsión, los españoles se situarían entre los europeos que más tiempo trabajan antes de jubilarse, solo superados por Eslovaquia.
Incentivos insuficientes para retrasar la jubilación
El Gobierno español y Bruselas han justificado estas previsiones en parte por los incentivos aprobados para demorar la jubilación, como el aumento del 4% anual en la prestación por cada año adicional de trabajo. También se han mejorado las fórmulas para compatibilizar empleo y pensión, y se espera que el incremento de la edad legal de jubilación a 67 años en 2027 influya en la extensión de las carreras laborales.
No obstante, Miguel Ángel García Díaz, investigador de Fedea y profesor de Economía Aplicada en la URJC, advierte que estos incentivos podrían no ser suficientes. Según García, los trabajadores en ocupaciones más exigentes físicamente o aquellos con menores salarios podrían no estar motivados a prolongar su vida laboral, a pesar de los incentivos económicos.
Escasas posibilidades de ahorro significativo
Fedea ha estimado que, en el mejor de los casos, la prolongación de la vida laboral en España podría generar un ahorro anual de solo 6.000 millones de euros en 2050, muy por debajo de los 20.000 millones que se espera según las previsiones más optimistas. García señala que la alta tasa de reemplazo en España, es decir, la relación entre la última retribución y la pensión recibida podría desincentivar a los trabajadores a retrasar su jubilación, lo que cuestiona las proyecciones de Bruselas y el Gobierno.
La alta tasa de reemplazo, un factor desincentivador
El informe de envejecimiento de la Comisión Europea reconoce la elevada tasa de reemplazo de las pensiones en España, lo que podría explicar por qué muchos trabajadores prefieren jubilarse antes que prolongar su vida laboral. García subraya que este es uno de los parámetros con menor respaldo estadístico en las proyecciones económicas, dejando un amplio margen de maniobra a los países en la configuración de sus políticas de jubilación.