Podemos, tras un descenso electoral sostenido, ha reconfigurado su posición como baluarte de la izquierda más radical, señalando a Sumar como un simple apéndice del PSOE. Sin embargo, Sumar también ha visto menguar su apoyo, tanto en las urnas como en las encuestas, y ha comenzado a distanciarse de su socio de gobierno en asuntos clave como la vivienda, la fiscalidad o la postura ante Israel. “Necesitamos temas en los que diferenciarnos para no ser arrastrados por la corriente”, comentó un diputado de Sumar tras desmarcarse de la política habitacional del gobierno.
Escalada de tensión con Podemos
La situación se intensificó tras un fin de semana marcado por la presión ejercida por Podemos. Antonio Maíllo, líder de IU, instó a movilizarse para obligar al PSOE a modificar sus políticas de vivienda, mientras Yolanda Díaz advertía que Sumar se encontraba «muy lejos» de los socialistas en cuanto a los presupuestos. El respaldo de Podemos y la abstención de Sumar permitieron avanzar con una ley del PP que limita las decisiones bélicas del Gobierno. En el debate parlamentario de este miércoles, la líder de Podemos, Ione Belarra, acusó al Ejecutivo de “girar a la derecha”. La respuesta no se hizo esperar: la vicepresidenta María Jesús Montero negó ser adversaria de Podemos, pero les reprochó “jugarle a la derecha”.
Una historia de fricciones
Las relaciones de los partidos a la izquierda del PSOE han sido históricamente fluctuantes, alternando entre la colaboración y el enfrentamiento. Julio Anguita, líder de IU entre 1989 y 2000, marcó un hito en esta dinámica al oponerse firmemente a Felipe González. Bajo su liderazgo, IU alcanzó su mejor resultado electoral en 1996, con más del 10% de los votos. Sin embargo, fue acusado de pactar con el PP en lo que se denominó la “pinza”, acusación que siempre negó. Su sucesor, Gaspar Llamazares, tuvo que lidiar con críticas internas por acercarse al PSOE, lo que le llevó a romper la relación preferente con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2006.
Sumar y Podemos: dos enfoques en conflicto
La etapa actual se caracteriza por un nuevo conflicto. Con Podemos fuera del gobierno, su liderazgo defiende que la coalición con el PSOE fue transformadora, en contraste con la actual gestión de Sumar, que lucha por marcar su diferencia. La consultora política Daniela S. Valencia destaca que existen dos corrientes en este espacio. Una, representada por Podemos, aboga por la resistencia ideológica y la confrontación constante con el PSOE. La otra, representada por Sumar, apuesta por una política progresista y verde, buscando ampliar su espacio, aunque recientemente ha adoptado un tono más resistente debido a la presión de Podemos.
La tensión con el PSOE parece destinada a perdurar. Entre los factores que la alimentan se encuentran la debilidad coyuntural de Pedro Sánchez, derivada de los casos de Koldo García y Begoña Gómez, y la negociación presupuestaria, que da margen a la izquierda para reivindicar su utilidad ante un electorado que disminuye. Además, gran parte de los líderes actuales de este espacio surgieron con la esperanza de enfrentarse al PSOE, y aunque el desencanto ha calado, esa aspiración aún mantiene viva la confrontación.