Las juventudes de la CUP organizaron una gincana que incluía una actividad de puntería llamada ‘Apunta al facha’ y otra que animaba a sus participantes a romper un cordón policial. El Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés, en Barcelona, está liderado por Junts y ERC, quienes en un principio autorizaron esta actividad.
Se trata de una actividad que no ha pasado desapercibida en redes sociales y en Sant Cugat, debido a la polémica propuesta de las juventudes de Junts, y que ha creado un importante descontento a muchos ciudadanos, así como usuarios de las redes sociales. Debido al gran escándalo que se ha formado, el Ayuntamiento ha tenido que rectificar y han decidido retirar esta actividad.
La teniente alcalde, Cristina Paraira, ha explicado que desde la administración del Ayuntamiento han decidido retirar esta escandalosa iniciativa de las juventudes de la CUP. Aunque solo eliminan ciertas actividades de esta gincana, otras han permitido que se lleven a cabo: “ante el revuelo y los problemas de inseguridad que podría conllevar la realización de éstas actividades que no estaban reflejadas en la solicitud inicial, revocamos el permiso para estas actividades. El resto de actividades podrán realizarse. Si no se cumple con la decisión se actuará en consecuencia”.
Al no considerar suficiente esta decisión, el Partido Popular de Sant Cugat del Vallés ha pedido responsabilidades al Ayuntamiento y a los organizadores. Álvaro Benejam, portavoz del PP ha señalado que esperan que los responsables del Ayuntamiento hayan recibido “una solicitud que no detalle todas estas cosas” porque si sí las detalla, acusa, la persona que haya dado la autorización “tiene toda la culpa”.
La gincana presenta las condiciones necesarias para ser un delito de odio
Desde el PP han ratificado que las actividades no estaban detalladas, algo que ya habían confirmado los organizadores, puesto que al pedir permiso al ayuntamiento no es necesario especificar el contenido del taller. Alba Guerrero, de Arran Sant Cugat, ha denunciado que “todo lo que es disidencia política y señala a los responsables molesta”.
Cartel de la gincana ‘Apunta a un facha’
Hay que recordar que esta no es la primera vez que una localidad catalana se ve inmersa en el escándalo por unas polémicas que incitan al odio y que pueden llegar a ser delito. Como es el caso de la fiesta mayor de Granollers a principios de este año. Para celebrar la festividad de esta región, organizaron una serie de talleres en los que enseñaban a los menores de edad cómo hacer y lanzar un cóctel molotov.
Esta polémica actividad provocó que la alcaldesa de Granollers, Alba Barnusell, fuera denunciada por delitos de odio e injurias graves contra los cuerpos de seguridad del Estado.