Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat de Cataluña pretende volver a España asumiendo abiertamente la posibilidad de ser arrestado a su llegada. Esta decisión, hecha pública en una carta extensa publicada en la red social X.
Posibles consecuencias
Puigdemont ha señalado que su retorno está estrechamente vinculado al debate de investidura en el Parlament de Cataluña. Ha manifestado que, a pesar de la existencia de una orden de detención nacional en su contra, emitida por su papel en la declaración unilateral de independencia de Cataluña en 2017 y la malversación de fondos, no permitirá que su eventual encarcelamiento sea utilizado para manipular decisiones políticas. Su carta sugiere que está preparado para afrontar las consecuencias, incluyendo una posible larga estancia en prisión.
La carta de Puigdemont revela una preocupación por la aplicación de la ley en su caso. El expresidente ha denunciado lo que considera una violación de la amnistía, alegando que los jueces han actuado en incumplimiento de la normativa y que el Gobierno español ha mostrado una actitud de indiferencia hacia la situación. Según Puigdemont, la falta de aplicación efectiva de la amnistía y el comportamiento de los jueces reflejan una «rebeldía» contra las instituciones democráticas.
En su declaración, Puigdemont no se ha limitado a comentar sobre su propia situación; también ha criticado duramente el sistema judicial español en su conjunto. Afirma que el hecho de que la amnistía no se haya aplicado como se esperaba demuestra la existencia de jueces dispuestos a desobedecer la ley. Según Puigdemont, esto evidencia un entorno político en el que la justicia se ve influenciada por intereses que no respetan la legalidad democrática.
El expresidente también ha atacado la postura del Gobierno , acusándolo de observar el proceso con una actitud de «resignación». Esta postura, según Puigdemont, contribuye a la falta de resolución en su caso y refuerza la percepción de que el sistema está diseñado para frustrar sus esfuerzos por lograr la independencia de Cataluña.
La decisión de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) de apoyar al socialista Salvador Illa como candidato a la presidencia. Puigdemont ha criticado esta decisión, que fue respaldada por un 53,5% de las bases de ERC, señalando que podría desencadenar su detención en un futuro cercano. En su opinión, un gobierno encabezado por Illa sería «españolista» y carecería de la capacidad para negociar efectivamente la resolución del conflicto catalán.
En su carta, Puigdemont también ha acusado a ERC de llevar a cabo campañas de desprestigio contra su figura en los últimos años. Según él, estas campañas han intentado socavar su posición y limitar su capacidad para promover la causa de la independencia de Cataluña. A su juicio, un gobierno liderado por Illa sería hostil a la plena normalización de la lengua catalana y no tendría la voluntad de abordar el conflicto de manera seria y comprometida.
La lucha por la Independencia
A pesar de los riesgos que conlleva su regreso a España y la posibilidad de detención, Puigdemont ha dejado claro que no renunciará a la lucha por la independencia de Cataluña. Ha afirmado que defenderá la causa con firmeza, ya sea a través de la negociación bilateral con el Estado español cuando las condiciones lo permitan, o mediante acciones unilaterales si esa es la única opción disponible. Según él, su encarcelamiento no será una derrota, sino un reflejo de la persistencia de los adversarios del movimiento independentista en su intento por frenar su avance.
