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En los últimos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha llevado a cabo su visita anual a España en el marco del informe del Artículo IV. Tras su evaluación, ha advertido sobre los posibles impactos adversos de la reducción prevista de la jornada laboral en el sector privado, medida que está bajo la responsabilidad del Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz. Ha señalado que esta reducción podría resultar en un aumento de los costes laborales y una disminución tanto en la producción como en los ingresos de los trabajadores a largo plazo.
Una reforma con una moderación salarial
En vista de estas conclusiones, el FMI ha recomendado a los legisladores y a los actores involucrados en el diálogo social, incluyendo patronales y sindicatos, que se lleve a cabo una reforma que promueva la moderación salarial y que aborde la heterogeneidad entre sectores a través de la negociación colectiva, con el fin de mitigar los posibles efectos negativos.
Estas recomendaciones contradicen en cierta medida las reflexiones expresadas por el ministro de Economía quien ha expresado que es deseable que la negociación entre empresas y trabajadores sobre la reducción de la jornada laboral culmine en un acuerdo que evite impactos negativos y que promueva la productividad, al tiempo que aboga por mantener los salarios de los trabajadores.
Peligro del aumento de salario
El informe del FMI también aborda la cuestión del salario mínimo, señalando que, después de haber aumentado más del 50% en los últimos cinco años, ha alcanzado el objetivo establecido por el Gobierno de representar el 60% del salario medio. En este sentido, advierte sobre los posibles efectos perjudiciales en el empleo poco cualificado de un aumento adicional del salario mínimo, y sugiere que cualquier incremento futuro debería ser evaluado a la luz de las recomendaciones de la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional.
Mejora de la estabilidad del empelo
Por otro lado, el informe destaca que, aunque la reforma laboral de 2021 logró reducir la tasa de temporalidad en más de 10 puntos porcentuales hasta alcanzar el promedio de la UE, se necesitan políticas adicionales para mejorar la estabilidad del empleo en general. En este sentido, sugiere relajar la legislación de protección del empleo para reducir la incertidumbre en torno a los costes de despido y fomentar la contratación de empleados permanentes.
La CEOE advierte de un aumento de costes
Por último, se destaca que la Confederación Española de Comercio, perteneciente a la CEOE, ha señalado que la reducción de la jornada laboral podría equivaler a un aumento salarial implícito del 6,25%, ya que los empleadores están obligados a mantener el salario de los trabajadores a pesar de la reducción de horas. Esto podría resultar en nuevas contrataciones para reforzar el personal en algunas empresas. En este contexto, las empresas enfrentan el desafío de adaptarse a estos cambios sin comprometer su productividad ni su estabilidad financiera.