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El entorno de Teresa Ribera, aún vicepresidenta para la Transición Ecológica, sigue con cierta preocupación el desarrollo de su candidatura en la renovada Comisión Europea, donde el Partido Popular Europeo (PPE) mantiene una posición de ventaja. La mayoría obtenida por el PPE y el crecimiento de grupos políticos conservadores le otorgan al partido un margen de maniobra en las audiencias parlamentarias, conocidas como «hearings», que arrancan hoy en el Parlamento Europeo. Durante estas sesiones, cada candidato a comisario responderá preguntas de varias comisiones en la nueva etapa de Ursula von der Leyen al frente de la Comisión.
Las audiencias y el posible impacto en sus funciones
Entre el 4 y el 12 de noviembre, tendrán lugar 26 audiencias en las que los candidatos serán examinados por comisiones específicas de acuerdo a sus competencias. Según fuentes europeas, Ribera, nominada como vicepresidenta ejecutiva para la Transición Competitiva Justa y Limpia, teme que el PPE, aunque no vaya a vetarla, sí pueda reducir sus funciones o incluso modificar el título de su cargo, limitando su poder respecto a lo que le había asignado Von der Leyen. Su audiencia se prevé exigente, ya que deberá comparecer ante ocho comisiones parlamentarias, entre ellas Economía, Medioambiente y Energía como principales, y otras cinco como asistentes.
Evaluación y votación de los candidatos
La evaluación de cada candidato tras la audiencia correrá a cargo de los portavoces de cada grupo político en las comisiones. Para superar esta evaluación, los candidatos deben obtener el respaldo de al menos dos tercios de los votos de los coordinadores de los grupos parlamentarios, una mayoría que exige el apoyo de varias fuerzas políticas, dependiendo de la distribución de escaños en cada comisión. Por ejemplo, en la Comisión de Asuntos Económicos, los grupos PPE, Renew, Conservadores y Reformistas Europeos y Patriotas y Europa de las Naciones Soberanas cuentan con esa mayoría de dos tercios, mientras que en la Comisión de Medio Ambiente esa combinación no es suficiente.
Riesgo de repetir la audiencia o de sufrir modificaciones en su cargo
La posibilidad de que Ribera no alcance la mayoría necesaria en su audiencia es una de las mayores preocupaciones en su entorno. En ese caso, la comisión parlamentaria correspondiente podría solicitarle más información por escrito o incluso convocar una nueva audiencia, de menor duración, para resolver dudas pendientes. Si, pese a estas medidas, no obtiene el respaldo requerido, la comisión se pronunciará mediante una votación secreta en la que solo necesitaría mayoría simple para ser aprobada.
La postura de Ribera sobre la energía nuclear, un tema sensible
En sus respuestas previas a la audiencia, a las que ha accedido este medio, Ribera ha suscitado dudas, especialmente en países como Alemania y Francia, debido a su postura sobre la energía nuclear, un tema delicado en el contexto europeo. Aunque en su gestión como ministra española se mostró reticente a la expansión de esta fuente energética, en su nueva función europea ha declarado que no se opone al desarrollo nuclear en Europa.
Ha subrayado la necesidad de un despliegue eficiente de todas las tecnologías, incluidas aquellas de bajas emisiones de carbono como la nuclear, y ha destacado la alianza industrial de la Comisión lanzada en febrero de 2024, orientada a acelerar la implementación de pequeños reactores modulares (SMR) en la Unión Europea.