En una carta sin precedentes, Rita Maestre acusa a su expareja, el político Íñigo Errejón, de ser un «misógino» y de haber agredido a una mujer de 20 años en un hotel, todo mientras aún mantenían su relación. “Me siento profundamente engañada y ese engaño resulta devastador”, comienza diciendo Maestre, quien fue pareja de Errejón durante años y también su compañera de militancia política.
Maestre asegura que hace tiempo se distanció de Errejón y que ahora, al conocer las acusaciones, está descubriendo una cara de él que desconocía por completo. «Era un buen novio», solía pensar, aunque ahora ve que detrás de esa apariencia había, según ella, una faceta sombría. Esta experiencia le hace ver en carne propia «la teoría» de los agresores, que pueden actuar de manera monstruosa en ciertos contextos, pero luego, en sus relaciones personales o laborales, aparentar ser personas honorables. En sus palabras, “es sobrecogedor porque ahora no es una teoría ni un lema; es mi vida, y me resulta imposible no hablar desde ahí”.
La política expresa también su total solidaridad con las víctimas y rechaza los comentarios que cuestionan su grado de conocimiento sobre las presuntas agresiones de Errejón en los espacios personales o políticos compartidos. Se puede percibir lo dolida que está en sus palabras al cuestionarse cómo ella y otros en el entorno cercano no lograron ver las “múltiples caras” de Errejón y cómo, según afirma, “los manipuladores” logran cegar a quienes los rodean. Maestre deja claro que jamás fue parte de ningún encubrimiento ni supo de ningún episodio violento o de agresión; asegura que, de haber existido, jamás hubiera sido cómplice de algo así. Con esta declaración, Maestre cierra filas contra su pasado con Errejón, diciendo que solo busca que “se haga justicia”.