La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha resuelto el destino de Alfonso Barreda, general auditor, quien ascendió de cargo hace tres años para facilitar su posible entrada en la presidencia del Tribunal Militar Central. Sin embargo, ante la falta de renovación de los jueces, ha estado ejerciendo en la Asesoría Jurídica General de la Defensa sin un destino concreto.
Esta situación ha sido calificada como “escandalosa” por diversas fuentes militares, quienes ven este movimiento como un primer paso antes de que Barreda pueda acabar en la Sala Quinta del Tribunal Supremo. El nombramiento de Barreda se ha dado a conocer a través del Boletín Oficial de Defensa (BOD), que ha hecho público su nuevo cargo como director del curso de Alta Gestión Administrativa y de la Organización, impartido por el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden).
Su paso por este departamento se sospecha que será breve, su nombramiento se ha realizado bajo la premisa de estar «en comisión de servicio», lo que implica una duración de seis meses o hasta que se le asigne el destino que pudiera corresponderle”. Según palabras de un responsable del área jurídica del ministerio, como publica The Objective, el puesto de Barreda en Ceseden es “un invento y un bluf total”.
El polémico ascenso de Alfonso Barreda
Los cambios de cargo de Barreda dentro del Cuerpo Jurídico Militar han generado malestar, debido a que su ascenso hace tres años se produjo sin “una vacante que ocupar y penalizando a otros coroneles”. Según el medio Fuentes Informadas, «fue un destino ‘ficticio’» que se desveló en marzo del año pasado, con el agravante de que “no se presentaba a trabajar en la Asesoría Jurídica General”, en la sede del Ministerio, sino que acudía a un despacho del Juzgado Togado Militar Territorial número 2 sin estar destinado allí, según señala The Objective.
Cabe destacar que el tiempo que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha estado sin renovarse permitió a Margarita Robles dar salida a Barreda. “El órgano de control de los jueces publicó entonces 11 plazas en comisión de servicio”, la más relevante siendo la de vocal togado en el Tribunal Militar Central (TMC), abierta a cualquier general auditor en servicio activo. Según The Objective, “el único en esa situación y sin destino en aquel momento era Barreda”, por lo que sus compañeros pensaron que “ese puesto ya tenía dueño”.