Pedro Sánchez tras el rechazo en el Congreso de su último decreto ‘ómnibus’, el presidente del Gobierno no cede en su empeño y reafirma su intención de presentar un texto similar, argumentando que la responsabilidad de los partidos políticos debería estar por encima de sus estrategias de confrontación.
El eje de este nuevo paquete de medidas, según explicó Sánchez durante su intervención en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2025, es lo que él denomina un “escudo social”. Un concepto que abarca desde la revalorización de las pensiones hasta ayudas para el transporte público, pasando por recursos para regiones golpeadas por desastres naturales, como la Comunidad Valenciana. Para el jefe del Ejecutivo, no desmembrar estas iniciativas y presentarlas de forma conjunta no solo es una cuestión práctica, sino también un compromiso integral con quienes más lo necesitan.
El problema es que la estrategia del decreto ‘ómnibus’ ha encontrado serias resistencias en la arena parlamentaria. El rechazo de esta semana en el Congreso no solo reflejó el no rotundo del Partido Popular, sino también el de grupos como Junts, lo que complica aún más la ya delicada posición de un Gobierno en minoría. Pero Sánchez insiste en que no retrocederá. La negativa del Congreso, en su opinión, no se dirige contra él, sino contra los pensionistas, los trabajadores y las comunidades en situación de emergencia.
Sánchez no se ahorró críticas hacia la oposición, especialmente hacia el Partido Popular, al que acusó de promover una política de bloqueo sistemático desde 2018. Según él, una simple abstención del PP habría bastado para aprobar medidas que buscan aliviar problemas concretos y urgentes en sectores vulnerables. Pero, en lugar de eso, aseguró, han optado por lo que describió como “una oposición destructiva”.
En medio de las críticas, también dejó entrever cierta frustración hacia los partidos que, a pesar de compartir supuestas afinidades progresistas, votaron en contra del decreto. “Esto no va de minorías o mayorías políticas, va de la mayoría social de este país”, señaló, refiriéndose al impacto que, según él, tendría la implementación de estas medidas en la vida cotidiana de millones de ciudadanos.
Algunos sectores cuestionan si la insistencia en agrupar tantas medidas en un único texto es una estrategia viable en un contexto parlamentario tan fragmentado. Sánchez, por su parte, rechaza esta crítica y defiende que desglosar el decreto implicaría dejar fuera iniciativas que no pueden esperar, como las ayudas destinadas a paliar los efectos de la DANA o las medidas contra los desahucios.
Mientras tanto, el presidente busca reforzar su narrativa destacando los logros económicos de su mandato, un mensaje que llevó recientemente al Foro Económico Mundial en Davos. Allí, Sánchez enfatizó el crecimiento económico de España y la confianza que despierta en el ámbito internacional. Según su visión, este progreso no puede quedarse en cifras macroeconómicas; debe traducirse en políticas concretas que beneficien a quienes más lo necesitan.
Si bien Sánchez asegura que “sacará adelante” estas medidas, lo cierto es que la falta de apoyos en el Congreso dificulta cualquier avance legislativo. Con un Gobierno que depende de alianzas volátiles y una oposición que ha cerrado filas en su contra, el futuro del decreto ‘ómnibus’ no está garantizado.