Este martes, Pedro Sánchez ha iniciado su gira africana en Mauritania, la primera de tres paradas que también lo llevarán a Gambia y Senegal. En su visita a Nuakchot, la capital de Mauritania, Sánchez ha destacado que «la contribución de los trabajadores migrantes a nuestra economía es fundamental para la Seguridad Social, las pensiones… Para España, la migración es riqueza, desarrollo y prosperidad». Esta es la segunda vez en seis meses que el presidente del Gobierno visita Mauritania, en un contexto marcado por la grave crisis migratoria que afecta a las Islas Canarias y Ceuta, además del reciente debate sobre una posible financiación especial para Cataluña.
Tras su encuentro con el presidente mauritano, Mohamed Ould Ghazouani, Sánchez ha anunciado una medida clave dentro de lo que el Ejecutivo ha denominado como «migración circular»: la formación de migrantes en sus países de origen, con el fin de garantizar que lleguen a España de manera regular. Para contribuir a la reducción de la inmigración irregular, Sánchez ha ofrecido 250.000 empleos en España para migrantes. Además, ha afirmado que «España está comprometida con una migración segura, ordenada y regular», subrayando que la visita a estos tres países africanos tiene como objetivo «reforzar la colaboración con nuestros socios africanos para afrontar juntos el desafío migratorio».
Sánchez ha recordado que España, como país que en su momento también fue de emigrantes, comprende bien la realidad migratoria. «Por eso, para nosotros, el fenómeno de la migración es una cuestión de principios morales, de solidaridad y de dignidad», ha defendido, enfatizando también que «es un asunto de pura racionalidad, ya que la contribución de los trabajadores migrantes es esencial no solo para la economía, sino también para el sostenimiento de la Seguridad Social y del sistema público de pensiones».
Este viaje por el noroeste de África se enmarca en un contexto complejo, donde se anticipa una intensificación de la crisis migratoria con la llegada masiva de cayucos en los próximos meses. La respuesta del gobierno español, en colaboración con las autoridades de Mauritania, Gambia y Senegal, se enfoca en gestionar de manera efectiva este desafío, buscando soluciones a corto y medio plazo.